Este artículo del Diario Sur de hoy domingo me ha parecido interesante de trasncribir aquí. Se comentan algunas 'anécdotas' sobre las causas de diversos incendios forestales en la provincia de Málaga. El texto es de Manuel Becerra. Me quedo con el caso de los que hacían paellas en la Sierra de Alhaurín un día de terral o el que intentó asustar a una culebra metiendo fuego al monte en Rincón de la Victoria. No tienen desperdicio las historias, tristemente reales.

http://www.diariosur.es/prensa/20060820/malaga/fuego-esconde_20060820.html

Lo que el fuego esconde

Una factura del pago en un supermercado o una colilla pueden conducir al esclarecimiento de incendios. Muchas veces, los investigadores se topan con situaciones surrealistas en el origen de las llamas

ESTÁ muy extendida la creencia de que tras los incendios forestales se ocultan sobre todo intereses especulativos. Sin embargo, las pesquisas de la Brigada de Investigación de la Consejería de Medio Ambiente en Málaga revelan que las negligencias están detrás de muchos fuegos. A veces son descuidos leves de consecuencias trágicas, pero en otras ocasiones los focos arrancan por actitudes totalmente absurdas.

El calentón del motor de un 'Mitsubishi Pajero' que subía la carretera de Mijas a Coín y la decisión de la conductora de aparcar el coche junto a los árboles provocó la catástrofe ambiental en Sierra Blanca, en julio de 2001. Si pudo evitarse aquel caso, cuyos litigios podrían culminar con indemnizaciones superiores a tres millones de euros, mucho más otros muy recientes que han relatado a SUR miembros de la Brigada de Investigación de Incendios Forestales (BIIF).

La brigada está compuesta por diez agentes de Medio Ambiente, que conforman cinco equipos. Trabajan de forma simultánea a la extinción, determinando el punto de inicio y cogiendo posibles pruebas periciales, de cuyo estudio se ocupan los agentes de la Policía Autonómica y de la Guardia Civil.

BENAHAVÍS

Ardieron 98 hectáreas de arbolado

Un peligroso modo de contar las abejas

El delegado provincial de Medio Ambiente de la Junta, Ignacio Trillo, recordó uno de los casos más llamativos, que ocurrió en Benahavís. «Se trató de un colmenero de más de 70 años, al que no se le ocurrió otro método para contar sus abejas que meterle fuego a una colmena para espantarlas y ver cuantas salían. Aquel día soplaba viento y se le fue de las manos», afirmó el delegado.

También en Benahavís, en concreto en el paraje de Montemayor, se registró hace varios años un incendio que, sin ser especialmente grave, pasó a formar parte de la lista de logros del equipo de investigación, ya que se imputó al autor del fuego por una factura del pago con tarjeta en un centro comercial, que se encontró junto al punto de origen de las llamas.

Otra de las causas recurrentes, la quema de basuras o rastrojos, originó otro incendio en Coín, cuyo responsable fue detenido porque los equipos de investigación hallaron facturas, en concreto de suministro de hierros, en el punto de inicio.

En julio se produjo un incidente entre Mijas y Ojén, en el paraje de Entrerríos, que sí responde a la perfección a la tipología de la negligencia en la quema de restos vegetales. Eso sí, la detención del presunto responsable fue compleja, ya que este se fue a Canarias tras lo ocurrido. Comenzó al prender fuego a las ramas de un olivo y los restos de un jardín que habían podado en la parcela de un chalé. La espera mereció la pena, y al regresar de las vacaciones, los agentes de la Brigada lo interrogaron y confesó su responsabilidad y la de otro jardinero.

No obstante, el caso más famoso ocurrido en Málaga fue el del hijo de un ganadero de Mijas, detenido en 1994 por haber provocado 89 incendios para lograr zonas de pastoreo. Además, el joven reconoció que le daba morbo ver los trabajos de extinción.

RINCÓN DE LA VICTORIA

120 hectáreas calcinadas

«Vamos a espantar a la culebra»

Si como remarcan las autoridades encargadas de la prevención de los incendios, las tareas de concienciación son básicas para avanzar en la lucha contra esta lacra, el siguiente caso no fue precisamente ejemplificante. Ocurrió hace tres años en Rincón de la Victoria, cuando un hombre paseaba con su hijo por una zona de campo. En las diligencias abiertas por la Policía Autonómica el causante del incendio, que calcinó 120 hectáreas de terreno agrícola marginal, reconoció que prendió fuego a unos matorrales para «hacer salir a una culebra».

MÁLAGA

Quema de matojos

Harto de las pulgas del perro

Aunque bajo el epígrafe genérico de siniestros provocados por 'quemas de rastrojos' se encuentren accidentes durante esta típica tarea agrícola, también se esconden casos realmente sorprendentes. Los miembros de la BIIF recuerdan cómo en un paraje de la capital, muy cerca de Olías, se originó un fuego de escasa gravedad. Se tomaron declaraciones entre los testigos y finalmente se dictaminó que el causante fue un hombre que quemó varios matojos secos, aduciendo que estaba harto de que su perro cogiera pulgas en ellos.

ALHAURÍN EL GRANDE

Sin consecuencias para el monte

Medios aéreos contra paelleros insensatos

Durante la charla con Miguel y José Luis, miembros de la Brigada de Investigación de Incendios Forestales, y con el delegado de Medio Ambiente, los gestos se mantienen en todo momento serios. Y es que, pese a la hilaridad que podrían provocar algunos casos, todos son conscientes de los daños medioambientales y económicos y, peor aún, de la pérdida de vidas que puede provocar cualquier incendio.

Sin embargo, la charla tiene un punto de inflexión cuando Trillo saca a la palestra un fuego en el que tomó una decisión, que, cuanto menos, cabría calificar de arriesgada. Ocurrió en 2002, un domingo de julio a las tres y media de la tarde en un día de fuerte terral. Hora del almuerzo, debieron pensar los 25 domingueros que, en un paraje de Alhaurín el Grande con una densa arboleda, se aprestaron a hacer varias paellas.

La suerte quiso que el piloto de un hidroavión del dispositivo del Infoca que regresaba de comprobar una falsa alarma de incendio en Mijas divisara una columna de humo, se acercara y viera a los excursionistas. Tras llamar a la central, en Málaga, se le dio una orden tajante: «Descargue».

«Puede parecer que fuimos duros, pero el riesgo era evidente, la prohibición de hacer fuegos en el lugar estaba claramente señalizada y había que tomar una decisión rápida», explicó el delegado, que se felicitó por el resultado. No sólo se evitó un incendio potencial, sino que cuando el avión vertió la carga de agua mezclada con líquido retardante ¯ coloreada en rojo¯ se facilitó la detención de los insensatos amantes de la paella: La Guardia Civil sólo tuvo que acercarse al lugar y detener, uno a uno, a todos los que estaban manchados de rojo hasta las cejas.

Un fuego que también resultó peligroso, ya que se desencadenó cerca de viviendas, fue el que sucedió hace unos años al sur del Molino de San Telmo, también en Málaga. ¿El origen? Un vecino empeñado en coger unos jugosos higos chumbos a los que le había echado el ojo, y a los que no podía llegar por una molesta zarza. Ni corto ni perezoso, le metió fuego a la planta, y estuvo a punto de causar una tragedia, aunque al final se quedó en cuatro hectáreas.

ALMOGÍA Y MONDA

Quedaron en sustos

Otras 'actividades peligrosas'

Las bromas de los miembros de la BIIF al recordar otros episodios serán sin duda juegos de niños en comparación con las que habrán tenido que soportar otros autores de incendios de amigos y compañeros de trabajo. Si fumar es siempre una actividad de riesgo, mucho más resulta hacerlo en el campo y en cuclillas, durante un 'alivio de vientre'.

En los últimos años dos incendios leves, en los que se quemaron menos de una hectárea, comenzaron al dejar el apurado fumador la colilla sin apagar, después de hacer sus necesidades fisiológicas. Ocurrió en Monda, junto a unas casas en construcción, y en Almogía, donde el responsable del fuego sintió la llamada de la naturaleza en plena faena de ramoneo (poda) del olivar.

En las estadísticas de la Consejería sobre el origen de los incendios también ocupa un lugar destacado los provocados por líneas eléctricas. Escuchando a los encargados de investigar los fuegos, las torretas de alta tensión y los cables parecen auténticas bombas de relojería, por las sobrecargas, cortocircuitos, diversas averías y otras circunstancias peligrosas. La última se produjo el 3 de agosto en Picapedrero, en pleno paraje de los Montes de Málaga.

Esta vez un árbol cayó sobre una línea eléctrica y se quemaron seis hectáreas de pinar denso, aunque pudieron arder las 4.000 que conforman el parque natural. Estas instalaciones se han convertido en una amenaza, especialmente en verano, ya que pese a las tareas de mantenimiento que desarrollan las empresas, la fuerte demanda de electricidad de esos meses hace que estén al límite y que en cualquier momento puedan lanzar a muchos metros de distancia y sobre la hojarasca, piezas incandescentes, auténticas bombas incendiarias.

Como no se endurezcan las penas, tanto por los incendios intencionados como por las imprudencias, no se cambia la actitud de mucha gente.

¿Increible? como la vida misma

Cuento otro caso cachondo que le pasó a mi padre,

Púes resulta que se encontraba paseando con un amigo por un pinar cercano al pueblo, y en esto que se toparon con una revista guarra que alguien habia dejado abandonada. Ante aquel hecho, y con su improva moralidad, ni corto ni perezoso, no más se le ocurrió que prenderle fuego, supongo que para eliminar tal afrenta moral y evitar así que tiernas miradas pudieran poner en riesgo su inocencia. Al parecer, el fuego de la revista, inflamado, más si cabe, por el combustible lujurioso que aquella contenía se les fue de las manos, y lo que en sí no era más que una "buena obra moral" parecía haberse convertido en los ardientes dominios de Belcebú.
Por suerte no pasó a más (no corría aire y era entretiempo), avisaron y se resolvió sin más percances.

Ahora ya está sobre aviso, y como le hemos recomendado si le vuelve a pasar, mejor que la entierre, o simplemente que no le de más importancia, que probablemente la naturaleza hará su trabajo, y quizás con suerte algún paisano con apretadas necesidades mayores de cuenta de ella sin reparar en su contenido.

 :DDD