Fenomenal noticia la que nos llega desde el Parque Nacional de Doñana, os pego un extracto de la noticia que está hoy dando que hablar en los medios de comunicación porque es un acontecimiento quizás histórico:
El lince ibérico (Lynx pardinus) atisba desde ayer, gracias al nacimiento por primera vez de tres crías en cautividad, una esperanza de que su especie sobreviva a la extinción a la que parecía abocada durante las últimas décadas. El Catálogo Nacional de Especies Amenazadas diferencia cuatro categorías según el grado de amenaza al que se enfrentan las especies: de interés general, vulnerables, sensibles a la alteración de su hábitat, y en peligro de extinción, categoría ésta reservada a las especies cuya supervivencia parece poco probable a corto plazo. En ella está, junto con otros mamíferos como el oso pardo o la foca monje, el lince, una especie emblemática en España y característica a nivel mundial de la fauna ibérica.
Saliega, la madre de los tres linces ibéricos que nacieron ayer en el Coto de Doñana, ha reconocido a sus cachorros, a los que ya amamanta, mientras no se descarta que otra de las hembras acogidas al programa de cría en cautividad de esta especie se encuentre también preñada.
Tras 64 días de gestación, Saliega, una hembra de Sierra Morena de sólo dos años, parió ayer a tres cachorros de lince ibérico, cuyo padre, Garfio, tiene cuatro años y es también de Sierra Morena.
Este nacimiento ha sido una sorpresa, ya que los científicos pensaban que Saliega no era madura sexualmente, y las hembras de esta especie no suelen procrear hasta los tres años.
Dramática situación
La dramática situación de la especie, de la que podrían quedar apenas cien ejemplares en libertad, condujo en 1999 a la aprobación de una Estrategia para la Conservación del Lince en la que se fijaron, tras hacer un detallado diagnóstico sobre su localización y amenazas, los objetivos prioritarios en los que se debía basar su conservación y su recuperación.
Fruto de esta estrategia nació el centro de cría en cautividad de El Acebuche en Doñana (Huelva) con la intervención de la Junta de Andalucía y el Gobierno central a través del Ministerio de Medio Ambiente, donde conviven y han sido emparejados siete de estos felinos, los más amenazados de todo el mundo.
En el momento de aprobarse la Estrategia para la Conservación del Lince, su situación fue calificada por los expertos de «crítica», a pesar de que entonces la población se cifraba entre 500 y 1.000 ejemplares.
En España y Portugal
El lince ibérico sólo vive en España y en Portugal, y se localiza fundamentalmente en zonas bien del centro y el suroeste peninsular, zonas que tienen en común dos características esenciales: están bien conservadas y el conejo es abundante.
Las poblaciones más importantes se localizan en Sierra Morena (Jaén, Ciudad Real y Córdoba) y Montes de Toledo (Ciudad Real y Toledo), y subsisten todavía poblaciones menores en Doñana y en algunos puntos del sistema central.
La amenaza del felino se debe a la mortalidad inducida por el hombre durante décadas (la caza, atropellos con automóvil o utilización de métodos no selectivos de control de los predadores), a la reducción del número de conejos a causa de enfermedades como la mixomatosis, y a la fragmentación de su hábitat natural.
Esos hábitats se han fragmentado por la construcción de carreteras, líneas ferroviarias, embalses, por la urbanización del medio natural o por las reforestaciones inadecuadas.
Precisamente, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) denunció recientemente el fracaso de España y de la UE en la protección del lince ibérico, y ésta podría convertirse en la primera especie de felino en extinguirse en el mundo desde hace 10.000 años.
Sólo 25 hembras
El censo más reciente y completo fue elaborado el pasado año, y según éste ya sólo quedan en libertad dos poblaciones reproductoras aisladas, ambas en el sur peninsular y que sumarían el centenar de ejemplares, aunque entre ellos sólo hay 25 hembras reproductoras.
Durante las últimas décadas, numerosas iniciativas regionales, nacionales e incluso internacionales que han implicado a administraciones públicas, a investigadores del sector privado y a organizaciones no gubernamentales han tratado de asegurar la supervivencia del lince.
De entre todas las acciones que se han puesto en marcha para evitar la mortalidad no natural del lince, para potenciar la investigación o para proteger sus hábitats, una, la orientada a criar al felino en cautividad, dio ayer el primer fruto tras tantos años de esfuerzo.