El pasado 3 de junio un violento tornado afectó a una zona poblada de Nueva Gales del Sur, en Australia. Si bien no cabe lamentar daños personales,
las agencias de noticias informan que el intenso fenómeno meteorológico dejó a su paso cuantiosos daños materiales: viviendas, vehículos (incluso de gran tamaño), árboles y numeroso mobiliario urbano quedaron seriamente dañados. Las imágenes y vídeos nos reflejan claramente la fuerza del tornado, que esta vez, al atravesar una zona poblada, dejó más señales de su furia:
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