Impresionante, descarga de las gordas, se comió el fogonazo y el estruendo, y menos mal porque grabar y estar entre corrientes es arriesgado. Sin ir más lejos, yo también pequé de gallito con 16 años, me confié al pasar una tormenta y salí a la terraza de la casa de mis padres, para ver como se alejaba el espectáculo, pero en un segundo ya tenía un cosquilleo, un fogonazo y un sonido parecido a un raaanngg¡¡, sin trueno, lo escuché 1 seg después pero muy débil. La descarga cayó a escasos 4 m de mi posición, en un peral seco de la casa colindante, luego entendí que una tormenta hija de la principal era la responsable. Antes de internet y móviles, las cazas eran más emocionantes y más peligrosas, pero conocíamos mejor el cielo. Saludoos