Otra calima intensa que recuerdo es la de
enero de 2022, fueron 3 días de intensa calima y viento que acabó en un buen regalo lluvioso.
El
13 de enero, una borrasca se situó al oeste y quedó bloqueada por el anticiclón, esta borrasca era pequeña pero se las bastó para dar mucho juego.
El
14 de enero amaneció como un día normal en Canarias, con sol y fresco, pero la borrasca y la dorsal encendieron la secadora a toda pastilla, era viernes y cuando salí a buscar a los peques a la guardería, el cielo era gris y la cumbre se veía difuminada, esa tarde todo empeoró, cada vez venía más y más calima, no se veía absolutamente nada, el aire se volvió muy muy seco y el viento empezó a soplar bastante fuerte, Las Galletas se quedó desierta, nosotras en la tienda por suerte se estaba bien con el aire y el humectador que tenemos. Al salir de la tienda y al llegar a casa en el mismo pueblo me dió alergia del cambio de tiempo tan grande que hubo.
El
15 de enero era sábado y tenía que currar por la mañana, el cielo estaba mas limpio, se veía la cumbre y hacía algo de viento incluso para una rebeca, en si esa mañana fue agradable, pero por la tarde cuando llegué a casa justo estaba puesto el tiempo y en la imagen de satélite se veía una tormenta de arena increíble viniendo y la borrasca al oeste. En fin esa tarde vino la calima con más fuerza, el viento arreció mucho, calculo que 1 km se veía, el ruido de los aviones era brutal, que junto al viento hacían un estruendo bastante fuerte, en el día hubo algún tono anaranjado y el atardecer rojo sangre, basante más fuerte que la anterior ola de calima. Yo frustada ya que otra vez se había fastidiado el fin de semana y el invierno un desastre.
El
16 de enero fue el típico domingo de quedarte en casa viendo la tele, arruinado por el tiempo. Fue una repetición de los días anteriores literal, mañana agradable con calima ligera, aunque con viento algo intenso, levantando espuma del mar y con fuerte oleaje, al mediodía en el tiempo pusieron otra imagen con otra tormenta de arena en curso y la borrasca algo más intensa al oeste y muchas nubes medias, pero cuando ví la predicción de lluvia, mi cara se iluminó, dije: una bendición, sin embargo mi cara feliz duró poco y la calima volvió con más fuerza que días anteriores, y mi cara de asco volvió al ver esto: cristales llenos de tierra, el viento pegando en la casa y el aire muy muy seco, encima con las alergias, que tenía la nariz apunto de sangrar, sin embargo el sol se fue y todo se cubrió de nubes medias y altas. Esa noche se levantó un vendaval y el mar se enfureció pegando duro en la playa.
El
17 de enero de madrugada un sonido hermoso se escuchaba: la lluvia y no era floja era todo un diluvio de barro, me levanté a verlo y se veía el agua canela cayendo por los cristales, las calles medias inundadas de agua marrón, la playa con ríos de agua marron que entraban a un mar enfurecido. Por la mañana la estampa era de otro mundo, calima desaparecida, todo lleno de charcos y alguna inundación, nublado con la nube muy baja y todo limpio, abrí la puerta y un aire húmedo y fresco me envolvió la cara de arriba a abajo y con eso a pesar de que era lunes y había curro estaba feliz, los caños corriendo, no se veía nada hacia arriba pero no era calima eran nubes, ese día fue fantástico. Esa noche pasó algo fantástico, me asomé a la terraza y vi como un rayo caía enfrente de las Galletas sobre el mar. ¡¡EN MI CARA!! La tormenta pasó muy muy cerca de las Galletas y los truenos eran bastantes fuertes, le goze total esa tormenta acompañado de una fuerte lluvia de goterones, hacía tiempo que no la veía tan cerca.
Al día siguiente todo volvió a la normalidad, y los días venideros volvió la calima y con ella mi cara de asco habitual cuando miro tiempo