La verdad es que yo tampoco lo llamaría veroño, directamente lo llamaría verano, porque eso es lo que ha sido la mayor parte de septiembre y la primera parte de octubre, una prolongación pura y dura del verano con temperaturas aberrantemente altas para la época, tanto de día como de noche y, tanto en la península como en las islas Canarias. Especialmente en estas últimas.
A nivel astronómico, por supuesto que es otoño, faltaría más, pero a efectos prácticos sobre la fenología de nuestros ecosistemas ha sido una prolongación del estío y es algo que se viene repitiendo, desde hace bastantes años ya, de modo sistemático, con todo lo que conlleva.
Por desgracia, los patrones atmosféricos están dejando de ser lo que eran en muchos aspectos y eso va implicar la necesidad de muchas adaptaciones por nuestra parte, incluso en la manera de expresarnos y referirnos a ellos.
Saludos.