En Catalunya le hemos pegado un par de puñetazos a la sequía desde el pasado abril. El primer guantazo fue el 20 de abril y el segundo el pasado sábado, más unos cuantos empujones o achuchones en forma de chubascos.
En Cervera, que no es ni donde más ha llovido ni de lejos, llevamos 120 mm estos últimos 35 días. De año hidrológico, gracias a esta súbita recuperación andamos por los 195 mm.
En cuanto a los pantanos ... la crecida es notable. En abril fueron los del Ebro, que todavía crecen, y gracias al temporal del sábado, han sido los que abastecen la mayor proporción de población los que han crecido sustancialmente. A día de hoy, los pantanos de las cuencas internas catalanas, que recogen de cuencas no muy grandes, pero abastecen Girona y Barcelona, han aumentado casi un 10% de su capacidad en un mes: del 20% han pasado al 30%, suficiente para desactivar la alarma máxima en la que estábamos sometidos, pero que nos mantienen aún en un umbral de crisis.