Gran polvareda levantada en Salobreña durante el evento de reventón cálido, del 19 de julio de 2016. Foto: Joffrey Falaise.

Gran polvareda levantada en Salobreña durante el evento de reventón cálido, del 20 de julio de 2016. Foto: Joffrey Falaise.

Durante las primeras horas de la tarde del pasado miércoles 20 de julio, un repentino vendaval sorprendió a los veraneantes de la Costa Tropical, especialmente en la localidad granadina de Salobreña. Los fuertes vientos hicieron volar las sombrillas plantadas en la arena, e incluso un camarero de un chiringuito resultó herido por una de ellas. ¿Qué ocurrió?

Se trató de un reventón cálido, resultado de la interacción entre convección y ondas gravitatorias. A continuación te explicamos en qué consiste este fenómeno.

Este fenómeno se produjo en el día culmen del episodio de altas temperaturas que estaba afectando a toda España, y que tuvo la participación «sorpresa» de una inestabilidad atmosférica que no se esperaba que llegase a ser tan marcada como finalmente fue.

Así, una línea de inestabilidad a lo largo de la cual se formaron nubes de tormenta, fue barriendo toda la Península de oeste a este, y esa línea de nubes convectivas también sobrevoló la Costa Tropical de Granada, alrededor del mediodía.

A las 14 UTC, las 16 horas locales, esa línea de nubes convectivas ya estaba a medio camino entre Salobreña y Almería, y fue entonces cuando se desató el vendaval. Dos estaciones meteorológicas (una ubicada en la playa de Salobreña y la otra al interior, en la Presa de Rules, a 16,4 km. de distancia en línea recta) detectaron muy bien el paso del fenómeno.

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Tal como se observa en las gráficas, bruscos ascensos de temperatura (hasta los 29ºC en Salobreña, hasta casi 40ºC en Rules) acompañaron a rápidas caídas de la presión atmosférica (entre 4 y 5 hPa en ambas estaciones). Momento en el cual se desata el repentino vendaval con rachas próximas a los 70 km/h y brusco cambio de dirección del viento (de levante a poniente en Salobreña, y del noreste a suroeste en Rules).

Ahora es cuando hay que echar mano de imágenes de los satélites meteorológicos, por si es posible encontrar alguna característica interesante…

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Y, sí, en la imagen visible que coincide con el momento de ocurrencia del fenómeno, cortesía de NERC/Dundee Satellite Receiving Station, se detecta la presencia de un fenómeno interesante: bandas nubosas finas, paralelas entre sí, y paralelas respecto a la línea de inestabilidad a la que nos referíamos más arriba. Se trata de ondas gravitatorias, probablemente ligadas a la convección desarrollada en dicha línea.

Tras consulta con un experto meteorólogo, D. Agustí Jansá, que trabajó en la Agencia Estatal de Meteorología, se pone de manifiesto que estas ondas tuvieron una participación clave en el desarrollo del vendaval.

De hecho, las ondas gravitatorias están detrás de muchos eventos de vientos intensos que azotan en ocasiones a la Costa Tropical granadina, aunque en este caso en concreto, la zona de afección fue mucho mayor ya que las ondas fueron igualmente más amplias que en otros casos.

De la misma manera, el origen de estas ondas gravitatorias es distinto. Así, en el caso que nos ocupa, estuvo probablemente en la convección de la línea de inestabilidad mientas que en el caso que se enlaza en el párrafo superior, el origen estuvo en la configuración orográfica tan especial que tiene esta zona de la provincia de Granada.

Al tratarse de fenómenos de escala relativamente reducida, su previsión es sumamente complicada.

Sabemos que el concepto de las ondas gravitatorias puede ser algo complicado de entender por lo que, si surgen dudas, preguntad lo que queráis, que intentaremos responder de modo que se entienda mejor.