El agua dulce está desapareciendo a un ritmo alarmante

Un estudio global realizado con más de veinte años de datos satelitales ha revelado una tendencia preocupante: el agua dulce está desapareciendo en amplias zonas del planeta.

Este recurso esencial, que sostiene la agricultura, el consumo humano y los ecosistemas, se encuentra bajo una presión sin precedentes debido al calentamiento global, las sequías cada vez más intensas y la explotación desmedida de los acuíferos.

El agua dulce está desapareciendo. Megasequías: la señal más visible de un planeta más seco

Los investigadores identifican enormes regiones donde la sequía se ha instalado de manera persistente, especialmente en el hemisferio norte.

Entre ellas destacan el suroeste de Estados Unidos, América Central, Oriente Medio, el norte de África y amplias áreas de Rusia.

Estas zonas se han convertido en auténticos focos de “megasequedad”, un fenómeno que refleja cómo el agua dulce desapareciendo no es un problema aislado, sino una realidad global que afecta a millones de personas.

Una pérdida que supera lo esperado

Cada año, las zonas áridas del planeta se expanden a un ritmo equivalente al doble del tamaño de California.

Lo más inquietante es que se secan más rápido de lo que las regiones húmedas logran ganar agua.

Esto significa que el desequilibrio hídrico mundial no hace más que aumentar, con el agua dulce desapareciendo a un ritmo muy superior al de la regeneración natural.

El papel oculto de las aguas subterráneas

El estudio pone de manifiesto que el mayor impacto no está en la superficie, sino bajo nuestros pies. Más de dos tercios de la pérdida registrada procede del agotamiento de acuíferos.

Estas reservas profundas, que tardan siglos en recargarse, se están vaciando a gran velocidad para abastecer a la agricultura, la industria y las ciudades.

La consecuencia es doble: se pierde un recurso vital para el futuro y, al mismo tiempo, se acelera la subida del nivel del mar, ya que el agua extraída acaba fluyendo finalmente hacia los océanos.

Tres de cada cuatro personas ya lo sufren

El 75 % de la población mundial vive en países que han experimentado un descenso continuo de sus recursos hídricos en los últimos 22 años.

Esta cifra muestra la magnitud de un problema que no distingue fronteras. Y las perspectivas no son halagüeñas: con el crecimiento de la población previsto para las próximas décadas, la presión sobre las reservas de agua seguirá aumentando, dejando cada vez más comunidades en riesgo de escasez.

El cambio que marcó un antes y un después

Los investigadores señalan que entre 2014 y 2015, coincidiendo con un fuerte episodio de El Niño, se produjo un punto de inflexión.

A partir de ese momento, la tendencia hacia un planeta más seco se intensificó, con megasequías extendiéndose en nuevas regiones y con el agua dulce desapareciendo a un ritmo todavía mayor.

Cazatormentas
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.