El agujero de la capa de ozono antártico muestra signos de recuperación en 2024
El agujero de la capa de ozono antártico ha mostrado una evolución más típica en 2024, según datos del Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus (CAMS).
A diferencia de los últimos cuatro años, en los que el agujero permaneció abierto durante más tiempo, este año comenzó a cerrarse a principios de diciembre, acercándose a la media histórica.
El agujero de la capa de ozono antártico disminuye
El agujero alcanzó su tamaño máximo de 22 millones de km² a finales de septiembre, una extensión menor que en 2023 y 2022, cuando rondó los 25 millones de km².
Además, el cierre del agujero en 2024 se produjo en fechas más próximas a la media del periodo 1979–2021, lo que indica una tendencia positiva en su recuperación.
Uno de los puntos más destacables de este año es que el agujero comenzó a cerrarse a principios de diciembre, mucho más en línea con la media observada durante el período 1979–2021.
Esto representa un paso positivo en la recuperación gradual de la capa de ozono, un proceso que se ha visto beneficiado por décadas de esfuerzos internacionales para eliminar sustancias dañinas.
¿Qué es el agujero de la capa de ozono y por qué se formó?
La capa de ozono es una región de la estratosfera terrestre que contiene una alta concentración de ozono (O₃) y actúa como un escudo, absorbiendo la mayor parte de la radiación ultravioleta (UV) dañina del sol.
El término «agujero de ozono» se refiere al adelgazamiento significativo de esta capa sobre la región antártica, detectado por primera vez en la década de 1980.
Este fenómeno se atribuye principalmente a la emisión de sustancias químicas producidas por el hombre, como los clorofluorocarbonos (CFC), que liberan átomos de cloro y bromo en la estratosfera, destruyendo las moléculas de ozono.
Mejoría desde el Protocolo de Montreal
La adopción del Protocolo de Montreal en 1987 marcó un hito en la protección de la capa de ozono. Este acuerdo internacional estableció la eliminación gradual de las sustancias que agotan el ozono, como los CFC.
Gracias a su implementación, las concentraciones de estos compuestos en la atmósfera han disminuido significativamente, permitiendo una lenta pero constante recuperación de la capa de ozono.
Se espera que, si se mantienen las medidas actuales, la capa de ozono recupere los niveles de 1980 para el año 2066.
La evolución observada en 2024 refuerza la importancia de mantener y fortalecer los esfuerzos internacionales dirigidos a la protección de la capa de ozono, garantizando así la continuidad de su recuperación y la protección de la vida en la Tierra frente a la radiación UV perjudicial.
Por qué la recuperación del ozono importa
El ozono estratosférico actúa como un escudo protector, bloqueando hasta el 99% de la radiación UV dañina del sol.
Su agotamiento puede tener graves consecuencias para la salud humana, aumentando la incidencia de cáncer de piel, cataratas y debilitando los sistemas inmunológicos.
También afecta a los ecosistemas, particularmente a los organismos marinos que forman la base de la cadena alimenticia, como el fitoplancton, que es sensible a los aumentos de radiación UV.
Este año, los avances en el cierre del agujero son un recordatorio del poder del consenso internacional y de cómo una acción coordinada puede revertir daños ambientales significativos.
Aunque queda camino por recorrer, el comportamiento del agujero de la capa de ozono en 2024 es una noticia alentadora en la lucha por preservar la salud del planeta y de quienes lo habitan.
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