Anticiclón de las Azores ahoga a París en una nube de smog. Esta es la visión que se han encontrado los parisinos durante varias jornadas, con un ambiente irrespirable debido a la enorme contaminación. ¿A qué se ha debido?
La combinación de una atmósfera muy estable, con la práctica ausencia de vientos, ha dado como resultado que la contaminación urbana de París, procedente de las emisiones de vehículos, calefacciones, industria, etc. se haya acumulado en capas bajas, alcanzando niveles muy altos y haciendo al aire irrespirable.
La noticia de mayor repercusión al respecto en los medios de comunicación, ha sido la de hacer gratuito el transporte público, con el objetivo de persuadir o incentivar a los parisinos de no coger sus vehículos particulares, e intentar así que las concentraciones de gases contaminantes disminuyeran.
La relación entre los anticiclones y la contaminación es muy clara, y ya se ha tratado con anterioridad en este portal.
En la figura superior se observa cómo las Islas Británicas, Francia y la Península Ibérica se encontraban ayer a las 12 UTC bajo la influencia del Anticiclón de las Azores, desplazado hacia el noreste de su posición habitual sobre el archipiélago que le da su nombre.
Si algo caracteriza a los anticiclones es la subsidencia.
¿Qué es la subsidencia?
La subsidencia asociada a los anticiclones son los movimientos verticales descendentes de las masas de aire. Es decir, en los anticiclones predominan los descensos sobre los ascensos, al contrario de lo que ocurre en las borrascas.
Este fenómeno es el responsable de hacer que las concentraciones de gases contaminantes en la atmósfera aumenten en las grandes ciudades, ya que se forma una auténtica tapadera que, unido a vientos en calma, hacen que estos gases no paren de acumularse en las ciudades.
Si el anticiclón es persistente, y no se mueve durante varias jornadas, al final la situación de contaminación alcanza niveles de enorme gravedad y emergencia.
¿Qué es la inversión térmica?
Otro efecto asociado es el de la inversión térmica; es decir, si en una atmósfera normal la temperatura del aire desciende con la altura, en una situación invernal de anticiclón, ocurre lo contrario: la temperatura más baja la encontramos cuanto más cerca de la superficie, reforzando las condiciones de estabilidad.
Precisamente es lo que encontramos en el radiosondeo de Trappes, en el distrito de Versalles, ayer a las 00 UTC. La inversión térmica aparece representada con la línea negra de la derecha. Además, este radiosondeo permite observar cómo los vientos son muy flojos o están en calma en casi todo el perfil atmosférico.
La contaminación en París a vista de satélite.
De nuevo contamos con la inestimable ayuda de los satélites meteorológicos TERRA y AQUA y sus sensores MODIS para poder valorar de forma más profunda esta situación.
Esta imagen visible de alta resolución era adquirida ayer por el satélite AQUA (sensor MODIS), estando París en el centro del círculo negro.
Nos ofrece información sobre las condiciones de estabilidad reinantes, al presentan de forma sublime los bancos de nubes bajas y nieblas sobre las costas del norte de Francia, y amplias zonas del Reino Unido e Irlanda. Pero además, se observa una nube muy ténue que se adentra por el interior de Francia y que nosotros interpretamos como neblinas y humedad en capas bajas.
La combinación de altos niveles de contaminación con un ambiente neblinoso, cargado de humedad, agrava los problemas, porque las partículas de agua en suspensión coloidal que forma este aerosol en forma de neblina, reacciona con las partículas contaminantes, dando lugar a otros compuestos químicos contaminantes, tóxicos y agresivos.
El satélite AQUA, sobre la imagen anterior, también permite observar la cantidad de aerosoles presentes en la atmósfera midiendo su transparencia. Es decir, teniendo en cuenta que las partículas contaminantes en suspensión sobre París también son una forma de aerosol, es posible medirlos con este producto, el Aerosol Optical Depth.
Se observa que París es un punto caliente, con una alta concentración de aerosoles. El resto de zonas marcadas parecen coincidir con la neblina anteriormente descrita y vista en la imagen visible.
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Afortunadamente, la situación está mejorando hoy, debido a un aumento del gradiente de presión sobre el país, de forma que el viento del noroeste ha hecho acto de aparición, permitiendo la limpieza de la atmósfera parisina.
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