Llegado el invierno meteorológico, es el turno para que empiecen a generarse las ciclogénesis explosivas en el entorno de España
Llegado el invierno meteorológico, es el turno para que empiecen a generarse las ciclogénesis explosivas en el entorno de España.
Estamos totalmente inmersos en esa época del año en que son más frecuentes e intensos estos procesos meteorológicos que también pueden darse en otoño y primavera, son muy infrecuentes en verano, y tienen su apogeo entre diciembre y marzo.
Pues bien, en esta entrada vamos destacar un caso que se va a dar en los próximos días. También repasaremos la lista de nombres que los servicios meteorológicos del Reino Unido, Irlanda y Holanda van a dar a estas tempestades invernales. Porque lo más probable es que la borrasca resultante de este proceso, reciba nombre por parte de estas agencias meteorológicas.
Serán ellas, y no otras, las responsables de darle nombre, porque esta profunda borrasca está previsto que afecte a estos países.
Repasando conceptos: ¿qué son las ciclogénesis explosivas?
Una ciclogénesis explosiva o bombogénesis es un proceso meteorológico por el cual se forma una borrasca muy profunda en un periodo de tiempo relativamente corto.
Y la borrasca así formada puede recibir el nombre de bomba meteorológica, como suelen denominarlas fuera de nuestro país, weather bomb. Incluso también se admite el de ciclón bomba o bomb cyclone.
De forma más técnica, existen criterios para evaluar estos procesos, y así poder identificarlos correctamente.
Una definición teórica para las ciclogénesis explosivas
Se trata de valores umbral para poder definir un proceso de ciclogénesis como explosiva: Sanders-Gyakum(1980) las definieron como aquellas en las que la caída de la presión central en superficie en un periodo de 24 horas, es superior a 24 • senα / sen60, siendo α la latitud promedio del centro de la baja durante ese periodo (18 hPa / 24 horas, para 41º), siendo igualmente válidos, múltiplos de este ratio, es decir, la mitad del valor obtenido, para un periodo de 12 horas en vez de 24.
Borrasca Alex y una posible ciclogénesis explosiva récord
Otro criterio similar es el Carlson (1991), que establece un valor de 12 hPa / 24 horas, para 45º de latitud, siendo estos umbrales referidos a ciclogénesis atlánticas.
Como decíamos, estos procesos meteorológicos tienen preferencia por los meses invernales, y también finales del otoño y principios de primavera. Sin bien es cierto, que en los últimos años, estamos asistiendo a casos muy llamativos que están ocurriendo «fuera de temporada».
Por ejemplo, el caso que se dio en las cercanías de la Península Ibérica en junio de 2019.
Primera bomba meteorológica del invierno 2021-2022
Con el invierno meteorológico recién estrenado, este proceso de ciclogénesis explosiva daría como resultado la primera bomba meteorológica de la temporada en Europa Occidental.
El modelo meteorológico americano GFS/NCEP presenta, en su salida de las 00 UTC de hoy, un escenario con una profunda borrasca haciendo impacto en el sur de Irlanda en 114 horas.
Los intensos vientos asociados afectarían a toda la facha atlántica europea, especialmente a las Islas Británicas, Francia y el norte de España.
Ni que decir tiene que el temporal marítimo sobre las costas atlánticas de todos estos países sería fenomenal.
En esta animación, se puede ver todo el proceso de formación de la profunda borrasca, a partir de una ciclogénesis explosiva.
Estas son las previsiones en cuanto a altura significativa de ola, medida en pies. En las costas atlánticas del norte de España podrían registrarse olas de 8 a 10 metros… Lo cual llevaría sin dudas a que nuestra AEMET activara avisos por oleaje de nivel naranja o, incluso, rojo.
Si quieres saber cómo se miden las olas, te sugerimos leer el artículo que publicamos hace tiempo al respecto.
Asignación de nombres a las tempestades invernales por parte de UK, Irlanda y Holanda
La Met Office del Reino Unido, en colaboración con su homólogo irlandés Met Éireann y, desde 2019, su homólogo holandés, el Real Instituto Meteorológico de los Países Bajos, decidió introducir un sistema de nombres de tempestades tras la borrasca del día de San Judas del 27 al 28 de octubre de 2013 que causó 17 muertes en Europa junto con las tempestades invernales atlánticas de 2013-14 en Europa, para dar un sistema de nombres único y autorizado para evitar confusiones con los medios y el público que usan diferentes nombres para las mismas borrascas.
Los objetivos detrás de la decisión fueron:
- Sensibilizar sobre los peligros de las tempestades.
- Garantizar una mayor seguridad pública.
- Evitar confusiones si se usa el nombre del remanente de una tormenta tropical, por ejemplo, «el ex huracán Joaquín que llegó a Europa a principios de este mes».
- Involucrar al público
- Operar con un sistema transfronterizo común
- Los nombres se utilizarán en tempestades a gran escala, pronosticadas con potencial para impactos de viento terrestres significativos. Esto puede dar lugar a que se asignen nombres a eventos que están por debajo de la definición de tempestad común tradicional en la escala Beaufort.
Se nombrará una borrasca cuando se considere que puede tener un impacto «sustancial» en el Reino Unido o Irlanda. Met Éireann nombra cualquier borrasca que desencadena una advertencia meteorológica de estado naranja o rojo centrada en el viento, aunque también se tuvieron en cuenta los eventos de lluvia y nieve en 2016-17.
La base para lo que se describe en su servicio de alerta meteorológica son velocidades medias del viento superiores a 80 km / h (50 mph) o ráfagas superiores a 130 km / h (80 mph).
De manera similar, la Met Office nombra tempestades que tienen el potencial de causar impactos medios (ámbar) o altos (rojo) en el Reino Unido. Describe la fuerza del viento en relación con observaciones tales como «árboles que caen o tejas y otros elementos como muebles de jardín que salen volando e incluso varias propiedades que se quedan sin energía eléctrica».
Las advertencias meteorológicas de estado ámbar o rojo se aplicarán a las borrascas con nombre
En el caso de ciclones ex-tropicales o huracanes, se seguirá utilizando el nombre original asignado por el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos en Miami. Esto sucedió cuando el ex huracán Ophelia azotó Irlanda y Gran Bretaña en octubre de 2017, aunque Brian fue el siguiente nombre programado en la lista.
Las letras menos comunes Q, U, X, Y y Z nunca se usan, de acuerdo con el sistema de advertencia de huracanes de EE. UU.
En septiembre de 2015, las dos oficinas del Met consultaron al público a través de una campaña «Nombra nuestras tormentas» y eligieron el primer lote de nombres.
Te recomendamos leer este artículo de Wikipedia, sobre la temporada 2021-2022 de tempestades invernales en Europa.
Grupos de países, organizados en base a las cuencas oceánicas de ámbito europeo, tienen sus propias listas. También los países mediterráneos.
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