Un clásico del invierno en el hemisferio norte: duro temporal invernal en Japón
Japón está comenzando a verse afectada por un duro temporal invernal. Todo a cuenta de dos fenómenos meteorológicos extremos.
El primero, la gran masa de aire ártico siberiano, que desde Siberia, se ha desplazado hacia el sur y este, comenzando a afectar de lleno al país nipón. El segundo, una ciclogénesis explosiva que se está produciendo al oeste del archipiélago. ¿Sus efectos? Te lo contamos a continuación.
La gran masa de aire ártico siberiano
Como ya os contamos hace un par de días, la gran masa de aire ártico siberiano que provocaba mínimas récord en el norte de China, se iba a desplazar hacia el sur y el este.
Ha terminado afectando a más territorios del noreste de China, a las dos coreas, y ha terminado por afectar a Japón, sumiéndola en una intensa ola de frío.
El mapa de temperaturas al nivel de 850 hPa previsto por el modelo americano GFS / NCEP para las 18 UTC de esta misma tarde, es muy elocuente.
Nos descubre que la masa más fría, dentro del gran reservorio de aire frío ártico siberiano, se ha desplazado hacia el sureste, penetrando en el Mar de Japón.
Las anomalías que se asocian a la gran masa de aire frío, son muy significativas, como recoge este mapa del mismo modelo. En este caso, el mapa corresponde con el análisis del modelo a las 00 UTC de hoy. Las desviaciones llegan a estar entre -12 y -16ºC sobre lo que sería normal, recordando que hablamos del nivel de 850 hPa.
Las imágenes que nos proporcionan los satélites TERRA (sensor MODIS) y Suomi NPP (sensor VIIRS), son impresionantes y sirven muy bien para ilustrar el efecto mar.
Observándolas en detalle, se puede observar que la gran masa de aire ártico siberiano contenía la suficiente humedad como para que se hayan formado calles de nubes incluso en tierra. Se ven muy tenues, pero están ahí, y han sido capaces de cubrir de blanco los bastos territorios por los que está pasando.
¿Qué es el «efecto mar»?
Extremadamente sencillo. Se trata del efecto lago, del que hemos hablado muchísimo a lo largo de los últimos inviernos. La única diferencia, que este fenómeno se produce sobre un mar u océano, y no sobre un lago.
Pero el mecanismo físico y termodinámico es exactamente el mismo.
Es muy importante destacar cuál es la naturaleza del aire siberiano: además de extremadamente frío, es extremadamente seco. Es decir, que aunque muy frío, es naturalmente muy estable, con baja capacidad de dejar nevadas por sí mismo.
Pero, ¿qué ocurre cuando este aire comienza a cruzar las relativamente cálidas aguas del Mar de Japón?
La masa de aire, desde su base, va adquiriendo humedad y calor a partir de las aguas del océano. Especialmente debido al régimen turbulento y vientos intensos que remueven las aguas, facilitando el intercambio de humedad y calor atmósfera-océano.
De esta manera, se va modificando la naturaleza de la masa de aire, y se va volviendo inestable. Y de ser muy fría y estable en Siberia, a Japón llega muy fría pero inestable. Y da lugar a continuas y copiosas nevadas en todas las caras montañosas expuestas, pero también en cotas bajas.
Ciclogénesis explosiva
Al mismo tiempo que esta ola de frío azota Japón, se está desarrollando un ciclón bomba que alcanzará su máxima profundidad sobre las Islas Kuriles.
En esta imagen del satélite, de esta mañana en horario español, se observan las estructuras nubosas densas y extensas que comienzan a formar, digamos, la «cabellera» del ciclón bomba.
Totalmente influenciado por una combinación de los chorros polar y subtropical, el ciclón se encuentra con los ingredientes perfectos para sufrir la ciclogénesis explosiva.
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