El albedo disminuye en la última década en el Polo Norte

El albedo en el Polo Norte ha disminuido sensiblemente en la última década, según los datos obtenidos por las observaciones satelitales de los sensores CERES de la NASA.

En un estudio hecho reciente públicamente estos días, se detalla la evolución de la reflectividad otras partes del Planeta. Por ejemplo, destaca que en la Antártida no hay ganancia o pérdida neta, pese a las variaciones que han sufrido diversas zonas del Polo Sur.

¿Qué es el albedo?

El albedo es el porcentaje de radiación que cualquier superficie refleja respecto a la radiación que incide sobre la misma. En meteorología tiene una especial importancia pues representa la capacidad de una superficie para reflejar la radiación del sol.

Se suele expresar, representar, en un porcentaje, como los vemos en estos mapas difundidos por la web de la NASA. Un valor del 100 % o de 1 (según la escala elegida) indicaría que una superficie refleja toda la luz que recibe; 0 indicaría que no refleja nada.

¿Qué información proporciona en el campo de la meteorología?

La nieve, por ejemplo, proporciona valores cercanos al 0,9.Mientras que las nubes, que permiten reflejar en parte la radiación del sol, también se corresponden con valores elevados, llegando incluso al 0,8.

El albedo disminuye en la última década en el Polo Norte

El agua de los mares y océanos, en cambio, es un medio complejo y en función del estado de la mar, de la aparición de olas, pueden provocar cambios importantes.

Datos interesantes de la década reciente

Además de la disminución del albedo en el Ártico entre 2000 y 2011 (por tanto, de la disminución de la superficie nivosa) y de la neutralidad detectada en el Antártico, el informe arroja datos de otras zonas del Planeta, sobre todo en las zonas tropicales como efecto de los patrones climáticos de El Niño y La Niña.

El albedo disminuye en la última década en el Polo Norte

Las áreas azules marcan zonas donde se refleja más luz solar a lo largo del tiempo (aumento del albedo) y los tonos naranjas se corresponden con zonas de menor reflexión, menor albedo. En el caso de los Polos, más o menos nieve respectivamente.

La huella de El Niño y La Niña

La huella dejada por el patrón de El Niño-La Niña (Oscilación del Sur, ENOS en el Océano Pacífico) indica que durante los primeros siete años del registro de datos de CERES se caracterizaron por los acontecimientos relativamente débiles de El Niño, pero pronto dieron paso a algunos eventos de moderados a fuertes de La Niña en la última parte de la década pasada.

La provoca la convección y la aparición de nubosidad sobre el Océano Pacífico occidental, mientras que El Niño desplaza la nubosidad hacia el Pacífico central.

En los mapas vemos los cambios de reflectividad CERES como un aumento de la reflectividad en el Pacífico tropical occidental (manchas azules en la figura) y la reducción de la reflectividad (colores naranja) en el Pacífico centro, patrones consistentes con el paso de El Niño a La Niña durante el período de CERES

Resto del Planeta

En la década de los años 2000, al contrario de lo ocurrido en primeros años de mediciones Terra-CERES, parecía que el albedo de la Tierra estaba en declive, un fenómeno del que se informó ampliamente en revistas científicas.

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Su distribución en 2005

Pero a medida que se acumulan más datos con el paso de los años y estos se pueden analizar los investigadores van concluyendo que el albedo no registra alteraciones globales significativas en el Planeta con el paso de los años.

Factores que alteran el albedo

La capa de hielo, la cobertura de nubes, y la cantidad de partículas suspendidas en el aire (como aerosoles de la contaminación, volcanes, tormentas de polvo) pueden cambiar la reflectividad en escalas de días a años.