La estructura tan particular se muestra a la existencia de factores encontrados para su desarrollo. Del lado favorable, el alto contenido de energía del océano en el lugar donde se ubica, y la existencia de un anticiclón en niveles altos que favorece su flujo de salida; del lado inhibidor, valores moderados de cizalladura… Debido a esto, el ciclón no ha sufrido una intensificación explosiva. A pesar de todo, las regiones costeras del NW australiano están en alerta pues el ciclón seguirá subiendo de intensidad, con condiciones ambientales más favorables, antes de impactar en esas zonas. Se espera que incluso alcance vientos de 100 KT (categoría 2 en la escala de Saffir Simpson).
El otro ciclón tropical activo es IVÁN, que se espera que alcance Madagascar dentro de los próximos dos días, y que cuando lo haga, se trate de un ciclón altamente destructivo pues actualmente está clasificado como un categoría 3 y vientos de 100 KT (escala de Saffir Simpson).
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