El verano de 2025 fue el más cálido desde 1916 en España según un estudio de AEMET

El verano de 2025 ha sido oficialmente declarado el más cálido desde que hay registros homogéneos en España.
Según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), las temperaturas medias estivales se situaron 2,1 ºC por encima del promedio del periodo de referencia 1991-2020, superando récords antiguos y confirmando que este verano 2025 cálido no tiene precedentes.
Además, un estudio de investigación ha logrado hacer una retrospectiva de nuestro clima hasta el siglo pasado y pone de relieve, una vez más, la etapa tan cálida que está atravesando nuestro planeta.
Contexto histórico: más de un siglo de calentamiento
La confirmación de este récord se apoya en la reconstrucción de series climáticas que abarcan toda España desde 1916, según podemos leer en este trabajo.
Gracias al desarrollo de rejillas de temperatura de alta resolución (1 × 1 km), los climatólogos han podido comparar las anomalías actuales con más de un siglo de datos de calidad contrastada.


La investigación muestra que entre 1916 y 2018 la temperatura media en España ha aumentado 0,11 ºC por década, mientras que los veranos han crecido a un ritmo algo más rápido, con anomalías cada vez más marcadas en las temperaturas máximas.
Este comportamiento refuerza la gravedad de los valores registrados en 2025.
Además, las temperaturas mínimas nocturnas han subido más lentamente, pero lo suficiente como para multiplicar la frecuencia de las noches tropicales, uno de los indicadores más claros del impacto del cambio climático en el confort y la salud.
Datos concretos del verano 2025: olas de calor y anomalías extremas
El verano 2025 cálido estuvo acompañado de 33 días de olas de calor en la Península y Baleares, una cifra récord que supera de largo los valores medios de las últimas décadas.
En el interior peninsular, especialmente en Galicia y las Mesetas, junio se destacó como un mes extremadamente cálido, con desviaciones de más de 3,5 ºC sobre lo habitual.


Agosto registró una ola de calor prolongada de unos 16 días, que dejó anomalías térmicas de hasta +4 ºC en varias regiones del sur y del valle del Ebro.
Las mínimas apenas bajaron de los 25 ºC durante varias jornadas consecutivas en el litoral mediterráneo y en las grandes ciudades del sur, lo que convirtió al descanso nocturno en un desafío para millones de personas.
Precipitaciones y variabilidad estacional
Además, el déficit de lluvias fue notable en buena parte del país. Veranos cálidos como el de 2025 suelen estar acompañados de una pluviometría inferior a la media, lo que agrava la sequía y eleva la evaporación.
Aunque se registraron tormentas intensas y muy localizadas, no lograron compensar la escasez de precipitaciones generalizada.
Este patrón se ajusta a lo observado en las series históricas: los veranos más cálidos tienden a ser también más secos, lo que aumenta el riesgo de incendios forestales y la presión sobre los recursos hídricos.

Implicaciones climáticas de un verano récord
Por todo ello, el verano 2025 cálido confirma la tendencia prevista por los modelos climáticos: olas de calor más frecuentes, noches tropicales habituales y superación de récords térmicos.
Nueve de los diez veranos más cálidos en España se han registrado en el siglo XXI, lo que demuestra que no estamos ante un episodio aislado, sino frente a un patrón de calentamiento sostenido.

Esta acumulación de anomalías no solo afecta a la estadística climática, sino que tiene consecuencias tangibles sobre la salud humana, la agricultura, los ecosistemas y los embalses.
El verano de 2025 ha sido una prueba de resistencia para la sociedad española y un recordatorio de que el futuro próximo estará marcado por la necesidad de adaptación al calor extremo.
Tú opinas