El giro centroamericano se pone de nuevo en marcha

Autor: Pablo Sánchez-Núñez. Lead Meteorologist – Telemundo Houston NBCUniversal
Mapa de viento en 850mb
Fuente: Elaboración propia/Modelo ECMWF

El giro centroamericano, en marcha: a medida que la actividad tropical en el Océano Atlántico se reactiva lentamente una vez hemos superado el ecuador de la temporada ciclónica, la atención se desplaza de nuevo hacia el Caribe y Golfo de México, donde hay cada vez más indicios de condiciones atmosféricas favorables para el desarrollo de, posiblemente, la próxima tormenta con nombre durante los próximos días.

La creciente preocupación está relacionada con el fenómeno conocido como giro centroamericano, que históricamente ha contribuido a la formación de tormentas tropicales en el Caribe y Golfo de México en esta época del año.

Se trata de una extensa zona de bajas presiones que se alimenta de la humedad procedente de varias zonas: Océano Pacífico, Caribe y Golfo de México, y se forma cerca o sobre Centroamérica.

En su núcleo, se generan lluvias torrenciales que se extienden cientos de kilómetros, con alto potencial de impacto en comunidades de El Salvador, Guatemala, Nicaragua, sur de México y Honduras, entre otros países.

El giro centroamericano, en marcha

Tal y como se aprecia en la figura 1, se observa una gran circulación ciclónica en torno a Centroamérica que favorece un flujo húmedo desde el Pacifico, cruzando la zona menos montañosa (Nicaragua) rumbo al Caribe y un flujo de regreso, desde el Golfo/Caribe cruzando el Istmo de Tehuantepec, en el sur de México. Dentro de esa enorme circulación ciclónica se observan varias zonas de bajas presiones.

Mapa de viento en 850mb
Fuente: Elaboración propia/Modelo ECMWF


Philippe p. Papin, Lance F. Bosart, y Ryan D. Torn en su climatología de Giro Centroamericano destacan una clara distribución bimodal por meses, con picos de aparición del fenómeno en mayo-junio y septiembre-noviembre.

Curiosamente el periodo de falta de actividad entre medias coincide con una reducción de la frecuencia temporal y una reducción relativa de las precipitaciones sobre Centroamérica llamada sequía de mediados de verano.

El Centro Nacional de Huracanes vigila varias zonas

Tal y como observamos anteriormente en la figura 1, dentro de ese giro ciclónico sobre Centroamérica se aprecia la eventual formación de varias áreas de baja presión, dos sobre el Caribe/Golfo de México y otras sobre el Pacifico de México.

Ambas zonas de desarrollo son vigiladas por el Centro Nacional de Huracanes y se espera que se muevan hacia un ambiente favorable para adquirir propiedades tropicales.

Aunque la formación de tormentas nunca está garantizada, el patrón sugiere un periodo activo de lluvias para el Caribe, partes de México, Centroamérica y probablemente el Golfo para finales de los próximos 7/10 días. Independientemente de si alguna tormenta se desarrolla o no, habrá un gran flujo de humedad tropical en ese sector, provocando lluvias y posibles inundaciones tal y como se observa en el siguiente mapa.

Mapa de acumulados de lluvia
Fuente: WeatherBell – Modelo ECMWF

La ruta de los sistemas en esta época del año

Normalmente, los ciclones tropicales directamente influenciados por el Giro Centroamericano tienden a ser más débiles cuando llegan a EE.UU. debido a su formación a principios o finales de la temporada y a la prevalencia de factores inhibidores como temperaturas del agua más frescas y vientos fuertes en niveles superiores, propios del cambio de estación.

Otro detalle interesante es la ruta que suelen tomar, debido a la aparición, a finales de septiembre y octubre de los primeros frentes fríos en las Llanuras Centrales, casi todos los sistemas tienden a moverse hacia el Golfo de México Oriental, como se puede ver en el siguiente mapa, climatología de sistemas tropicales con germen en el Caribe Occidental durante estas fechas.

Mapa de rutas históricas de sistemas tropicales
Fuente: Elaboración propia – NHC Database

En el caso concreto del sistema que pudiera estar gestándose en el Golfo de México pudiera tener una trayectoria muy similar a la que dicta la climatología tropical para la fecha, con una clara tendencia a moverse hacia el margen noreste del Golfo, Florida. Así lo vislumbran ahora mismo los 3 modelos meteorológicos de referencia.