Posible inestabilidad mediterránea en el Puente el Pilar

Los pronósticos apuntan a que es bastante probable que tengamos una situación de inestabilidad mediterránea en el Puente del Pilar.
Si la configuración atmosférica evoluciona tal y como prevén los modelos meteorológicos en estos momentos, debe formarse un potente anticiclón centrado en las Islas Británicas, provocando un flujo de viento del este sobre la Península Ibérica.
Además, desde Centroeuropa, podría llegar algo de aire frío en altura, en un flujo nordeste–sudoeste, que, al recibir el aporte húmedo y más templado de vientos desde el Mediterráneo, serviría para provocar nubosidad y precipitaciones en esa área.
De momento, tiempo estable, con matices




Pero mientras eso sucede, el inicio de la nueva semana nos asegura un tiempo estable en la mayoría del país, aunque precisamente, en el área mediterránea, empezará a llegar viento de origen marítimo que puede traer algo de inestabilidad en ciertas zonas.


Este lunes, Así, predominarán cielos nubosos o cubiertos con precipitaciones en el Estrecho, oeste de Alborán y, especialmente, en la mitad sur de la fachada oriental peninsular, donde con baja probabilidad podrían ser localmente fuertes. No se descartan de forma ocasional en puntos del este de Cataluña y en Baleares.


El martes, la probabilidad de precipitaciones se reduce, en cantidad y áreas afectadas, volviendo a ser las comarcas del cuadrante sudeste peninsular las que más opciones de ver nubosidad y alguna precipitación, tengan.
Durante el miércoles, son posibles algunas lluvias en Galicia y área cantábrica y por la tarde en zonas altas del interior peninsular.
A partir del jueves, algunos cambios más notorios
A partir del jueves pueden surgir los primeros cambios más notables en el tiempo. La aproximación de una vaguada débil desde el Atlántico, aportará inestabilidad ligera en buena parte de la Península, con algunos chubascos irregulares en zonas de montaña principalmente.

Esa vaguada, al llegar al mediterráneo y posteriormente, recibir, probablemente un refuerzo por el flanco sudeste del anticiclón británico, puede más adelante generar más precipitaciones, irregulares, de tipo convectivo, en la Península y posiblemente, de forma más contundente y general en el mediterráneo.
Posible inestabilidad mediterránea en el Puente el Pilar
Ya, muy avanzado el pronóstico, y con una notable incertidumbre, hablaríamos para el Puente del Pilar de lluvias más abundantes y repartidas por el mediterráneo peninsular Baleares y zonas aledañas.


E igualmente, con esta configuración atmosférica, de un tiempo más estable y suave en el noroeste peninsular y Canarias.
Una evolución que ha de confirmarse en los próximos días con la revisión de las cartas meteorológicas.
Y Málaga como siempre nada de nada.
Que mala suerte tenemos.
Los veranos antes daban señales de agotamiento en la segunda quincena de agosto. Chubascos habituales, que se terminaban tornando en lluvias abundantes. Y fresco al atardecer, que en no pocas jornadas invitaban al jerselito o la rebeca vespertina. Ahora nos metemos a mediados de octubre sin caer una sola gota, y con temperaturas de pleno julio. Ayer mismo se registraba en Málaga, no sé si de manera oficial, o en termómetros callejeros, los 37 grados a la sombra. Rozando los 40 grados en pleno octubre. Temperaturas que para julio resultan de calor extremo. Y las tenemos en el mes otoñal por excelencia. Llovió en Málaga una noche en septiembre, una décima de litro por metro cuadrado. En media hora se había evaporado todo y ya teníamos un par de incendios forestales, afortunadamente apagados a tiempo. La «regeneración natural» a la que apelan los ecologistas tras los giga-incendios que han exterminado todos los bosques de Zamora, Orense, León, Ávila y Cáceres, precisaría de una alta y permanente humedad otoñal, con temperaturas frescas. Por desgracia, lo que hay es una insolación total y permanente, un calor aberrante de pleno verano, y la roca madre abrasándose bajo un sol de justicia día tras día, semana tras semana, mes tras mes. Es completamente imposible que crezca ningún bosque de manera natural (bajo este nuevo clima, idéntico al del sur de Argelia, posiblemente ni con ayuda humana), con lo que podemos considerar que las provincias antes citadas pertenecen ya, de facto, a una avanzadilla del desierto del Sáhara, que en apenas unas décadas ocupará el 100% de España como ya ocupa el 100% de Malí o del Chad