Los gases de efecto invernadero en la atmósfera alcanzaron un nuevo máximo sin precedentes en 2012

13.11.13. La cantidad de gases de efecto invernadero presentes en la atmósfera alcanzó un nuevo máximo sin precedentes en 2012. Así lo indica el último Boletín de la Organización Meteorológica Mundial que acaba de hacerse público.

El dióxido de carbono, el gas de efecto invernadero más importante emitido como consecuencia de la actividad humana, aumentó en 2,2 partes por millón de 2011 a 2012, de 2,02 ppm superior a la media de aumento anual de los últimos 10 años, lo  cual refleja la tendencia a una aceleración.

Según el Informe, entre 1990 y 2012 se ha registrado un incremento del 32 % del denominado forzamiento radiativo, una medida del efecto del calentamiento de nuestro Planeta debido a los gases de efecto invernadero. 

Actualmente, el dióxido de carbono, causado principalmente por las emisiones relacionadas con la quema de combustibles fósiles, supone el 80% del aumento registrado entre 1992 y 2012. Y concretamente, la cantidad de CO2 en la atmósfera a escala mundial alcanzó 393,1 partes por millón en 2012, es decir, un 141% del nivel preindustrial de 278 partes por millón.

Según los datos que se desprenden del Boletín de la OMM, desde el comienzo de la era industrial en 1750, la concentración atmosférica media mundial de CO2, ha aumentado en un 41%, la del metano en un 160 % y la del óxido nitroso en un 20%.

Los gases de efecto invernadero en la atmósfera alcanzaron un nuevo máximo sin precedentes en 2012

Al hacerse público el Informe, el Secretario General de la OMM, Michel Jarraud declaró que “las observaciones de la red de la Vigilancia de la Atmósfera Global de la OMM muestran claramente de nuevo cómo los gases debidos a actividades humanas que atrapan el calor alteran el equilibrio natural de la atmósfera y son una contribución importante al cambio climático”.

En este 5º Informe de Evaluación, el Grupo Internacional de expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) ha hecho hincapié en que las concentraciones de dióxido de carbono, de metano y de óxido nitroso han aumentado a niveles sin precedentes en los últimos 800.000 años.

Como ya informamos meses atrás, Las concentraciones mensuales de CO2 observadas en la atmósfera superaron en 2012 el valor simbólico de 400 partes por millón en varias estaciones de la Vigilancia de la Atmósfera Global situadas en el Ártico.

Lejos de detenerse esta tendencia, durante 2013 las concentraciones horarias y diarias superaron dicho umbral en otras partes del mundo, incluida Mauna Loa, en Hawaii, la estación de medición atmosférica continua más antigua del mundo, que se considera un emplazamiento de referencia de la Vigilancia de la Atmósfera Global.

De seguir este ritmo de crecimiento, la concentración media mundial de CO2 superará las 400 partes por millón en 2015 o 2016.

Los gases de efecto invernadero en la atmósfera alcanzaron un nuevo máximo sin precedentes en 2012

Respecto al Metano, el segundo gas de efecto invernado de larga duración más importante tras el CO2, en 2012 alcanzó un máximo sin precedentes de aproximadamente 1819 partes por millón de millones (ppb) es decir, un 260% del nivel preindustrial, debido al incremento de las emisiones procedentes de fuentes antropogénicas. Tras un período de estabilización, el metano atmosférico ha venido aumentando de nuevo desde 2007.

Por su parte, el óxido nitroso, emitido a la atmósfera procedente de fuentes naturales En 2012 su concentración atmosférica fue de 325,1 ppb, lo que representa un aumento de 0,9 ppb con respecto al año anterior y del 120% con respecto al nivel de la era preindustrial. Se considera que su efecto en el clima durante un periodo de 100 años, es 298 veces superior que las mismas emisiones de dióxido de carbono.

El forzamiento radiativo total de todos los gases de efecto invernadero de larga duración en 2012 se corresponde con una concentración equivalente de CO2 de 475,6 partes por millón, comparado con 473,0 partes por millón en 2011.

Entre esos otros gases de efecto invernadero de larga duración, se incluyen gases de efecto invernadero que agotan el ozono, como los clorofluorocarbonos (CFC), los hidroclorofluorocarbonos (HCFC) y los hidrofluorocarbonos (HFC) que están aumentando a un ritmo relativamente rápido.

http://www.wmo.int/pages/prog/arep/gaw/ghg/documents/GHG_Bulletin_No.9_es.pdf