Manuscritos árabes de los s. X y XI datan épocas más frías de lo habitual

 

28.02.12. Un estudio realizado por la Universidad de Extremadura y publicado en Weather revela acontecimientos meteorológicos excepcionales recabados a través de distintos escritos realizados por historiadores, eruditos y cronistas de Irak, en la Edad de Oro Islámica, en los siglos X y XI.

Los escritos hallados entre 816 y 1009 d.C. han permitido a los investigadores encontrar información muy valiosa acerca del clima en aquella zona durante una época en la que no había mucha información hasta ahora.

«La información climática que se recuperó de estas fuentes antiguas se refiere, principalmente, a fenómenos extremos que afectaron a la sociedad en general, tales como sequías e inundaciones», afirma el autor principal, el doctor Fernando Domínguez-Castro.

Además, añade que «sin embargo, también documentaron condiciones extrañas que se vivieron en la antigua Bagdad, como tormentas de granizo, la congelación de los ríos o la nieve».

Épocas más frías de lo habitual.

Lo más destacado de la información climatológica hallada en estos manuscritos, son las numerosas referencias a eventos fríos en la primera mitad del s. X. Concretamente, los investigadores han datado una reducción significativa de las temperaturas durante el mes de julio del 920 d.C., y tres nevadas en 908, 944 y 1007 d.C.

Por realizar una comparación que revela la importancia de la información encontrada, el único registro de nieve en la moderna Bagdad fue en 2008.

«Estos signos de un período de frío repentino confirman el descenso de la temperatura durante el siglo X, inmediatamente antes del Período Cálido Medieval … creemos que esta caída en las temperaturas pudo ser causada por una gran erupción volcánica» explica Domínguez-Castro.

 

Manuscritos árabes de los s. X y XI datan épocas más frías de lo habitual

La reconstrucción del clima de épocas pasadas a partir de la información transmitida en manuscritos, novelas, archivos, biografías, cuadernos de bitácora… no es la primera vez que nos revela aspectos desconocidos de la historia reciente de nuestro Planeta, lo que va más allá de lo que nos muestran otros signos más objetivos que podemos encontrar en la naturaleza (árboles, hielo, corales…)

Este trabajo refuerza la importancia del testimonio de las civilizaciones antiguas que ya entonces se preocupaban de datar los acontecimientos meteorológicos más relevantes de su época, sobre todo aquellos extraordinarios.

Los casos más conocidos son los obtenidos en los informes de la fuerza aérea durante la Segunda Guerra Mundial o los registros de los buques de siglo XVIII.

Este trabajo, en cualquier caso, se centra en lo acontecido en Bagdad, cuando esta ciudad era un centro importante para el comercio y la ciencia en el mundo islámico antiguo.

Entonces, según se lee puede leer en los escritos de la época 891 d.C., el geógrafo al- Ya’qubi comentaba que la ciudad contaba con veranos calurosos e inviernos fríos, condiciones climáticas que favorecieron la agricultura. De los textos de escritores como al-Tabari, Ibn al-Athir y al-Suyuti, también pudo rescatarse cierta cantidad de información meteorológica que podemos encontrar en este trabajo.

Amplía esta información: http://www.sciencedaily.com/releases/2012/02/120226225956.htm

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