Más hielo marino antártico provoca más calentamiento global

Un reciente estudio publicado en Earth System Dynamics revela que el hielo antártico no es solo un elemento pasivo del sistema climático, sino un predictor clave de cuánto se calentará el planeta en las próximas décadas.

Los hallazgos sugieren que, si tenemos más hielo antártico del estimado en los modelos actuales, podríamos enfrentarnos a un calentamiento mucho mayor del océano y de la atmósfera de lo esperado.

¿Por qué el hielo antártico importa más de lo que pensábamos?

El equipo dirigido por Linus Vogt (Sorbonne / NYU) ha empleado una técnica denominada emergent constraint que combina datos observacionales de satélite (1980-2020) con resultados de 28 modelos climáticos globales.

Esta técnica permite reducir la incertidumbre en las proyecciones climáticas al relacionar directamente el estado actual del hielo antártico con variables del clima futuro.

El resultado: modelos que parten de una mayor extensión del hielo estival antártico simulan océanos más fríos, aguas profundas más frías y una mayor cubierta de nubes en latitudes medias.

Bajo forzamiento de gases de efecto invernadero, estos estados iniciales amplifican la respuesta al calentamiento, generando más absorción de calor oceánico y un calentamiento global más fuerte.

Impactos cuantitativos: ¿Cuánto más de lo previsto?

Según el estudio, el aumento estimado de captación de calor oceánico para el año 2100 podría ser entre un 3 % y un 14 % superior al promedio de modelos climáticos actuales. También se proyecta que el feedback de nubes sea 19 %-31 % mayor y que el calentamiento superficial global sea 3 %-7 % más intenso de lo estimado previamente.

Estos porcentajes pueden parecer modestos, pero implican impactos importantes: más calor retenido por los océanos, aumento del nivel del mar por expansión térmica y un clima más extremo.

Además, los modelos actuales podrían estar subestimando estos efectos si no incluyen correctamente el vínculo entre hielo antártico, océano y atmósfera.

Mecanismos detrás del vínculo hielo–atmósfera–océano

El estudio explica que el hielo antártico influye en la formación de nubes que reflejan parte de la radiación solar entrante.

Cuando el hielo se reduce, estas nubes también disminuyen, lo que permite una mayor radiación solar que calienta la superficie y el océano.

Esa mayor temperatura incrementa la absorción de calor oceánico, retroalimentando el sistema de forma positiva.

Además, las condiciones iniciales del hielo y la temperatura del océano profundo preparan el sistema climático para ser más sensible al cambio inducido por los gases de efecto invernadero.

En otras palabras, la cantidad de hielo antártico actual condiciona la intensidad del calentamiento futuro.

Implicaciones para ciencia y acción climática

Este hallazgo sugiere que los modelos climáticos tendrían que actualizarse para incluir estos mecanismos, o corren el riesgo de subestimar el calentamiento real.

También refuerza la necesidad de mejorar la monitorización por satélite del hielo antártico y de perfeccionar los modelos de nubes y procesos oceánicos profundos.

En definitiva, el hielo antártico no es un simple indicador del cambio climático: es un actor clave. Más hielo antártico hoy puede traducirse en más calentamiento mañana.

Cazatormentas
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