Tercera menor máxima extensión de hielo marino antártico desde 1979

La Antártida afronta una nueva temporada hacia su verano austral con un dato preocupante: en su última estación fría, el hielo marino alcanzó una superficie máxima que la coloca como la tercera menor extensión del hielo antártico desde que comenzaron los registros por satélite.

El dato proviene del National Snow and Ice Data Center (NSIDC) y ha sido refrendado por varios medios científicos.

¿Qué cifras revelan el nuevo récord?

Según el NSIDC, el 17 de septiembre de 2025 el hielo marino antártico alcanzó un máximo estimado de 17,81 millones de km² (6,88 millones de millas cuadradas). Este valor sitúa al año 2025 como tercero desde 1979 en cuanto a menor máxima extensión registrada.

Para ponerlo en contexto: es 740.000 km² más que el mínimo máximo histórico, que ocurrió en 2023, y 900.000 km² menos que el promedio de máximos del periodo de referencia 1981-2010.

Además, la fecha del pico —17 de septiembre— es seis días anterior al mediano histórico (23 de septiembre) para el máximo antártico. El margen intercuartil del rango de fechas suele estar entre el 18 y el 30 de septiembre.

Distribución espacial: zonas más afectadas

El comportamiento del hielo no ha sido uniforme. En regiones como el océano Índico antártico y el mar de Bellingshausen, la extensión del hielo marino quedó muy por debajo de lo normal. En cambio, en el mar de Ross la cobertura fue ligeramente superior al promedio.

Estas diferencias regionales ponen de relieve las dinámicas locales en el océano y la atmósfera, que actúan como factores moduladores del comportamiento del hielo en cada cuenca antártica.

Implicaciones climáticas: ¿por qué importa este descenso?

El que la extensión del hielo marino se sitúe consistentemente entre las menores de la historia moderna es motivo de alarma. El NSIDC y otros expertos advierten que la tendencia hacia máximos más bajos podría debilitar aún más la estabilidad del sistema antártico.

Sin embargo, también se apuntan mecanismos compensatorios: una potencial mayor nevada sobre el continente antártico podría moderar el avance del aumento del nivel del mar, al agregar masa de hielo terrestre.

El menor hielo antártico implica menos barrera flotante para aislar las capas interiores del continente, lo que podría favorecer una mayor penetración del calor oceánico hacia plataformas de hielo y capas costeras.

Un patrón persistente

Este año no es una excepción aislada: 2023 y 2024 también registraron máximos extremadamente bajos en la extensión del hielo marino.

La recurrencia de estos valores bajos reafirma una tendencia preocupante: el hielo antártico está perdiendo resistencia frente a variaciones climáticas y oceánicas, y cada año de menor hielo antártico que se adentra en los registros levanta nuevas interrogantes sobre la evolución futura del sistema polar.

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