Una investigación revela la elevación progresiva de la capa de polvo sahariano y sus implicaciones en el clima y la calidad del aire

Una reciente investigación realizada a partir datos recopilados durante los últimos 17 años ha puesto de manifiesto una tendencia (preocupante) creciente en la altitud de la columna de polvo sahariano.

Este fenómeno, lejos de ser aislado, afecta de manera directa al balance radiativo de la Tierra, la predicción de la calidad del aire y la detección remota de gases de efecto invernadero y aerosoles.

Sin embargo, los modelos de reanálisis actuales, como el MERRA-2, muestran limitaciones al representar correctamente la distribución vertical de estas partículas.

Una tendencia a largo plazo que transforma la atmósfera

El estudio de casi dos décadas revela que la altura a la que se desplaza el polvo sahariano en la atmósfera ha ido en aumento de forma sostenida.

Esta progresión no se trata de un evento puntual, sino de un cambio persistente en la dinámica atmosférica.

Las variaciones en la estructura vertical del polvo influyen en la manera en que la radiación solar interactúa con la atmósfera, pudiendo modificar la formación de nubes y, por ende, alterar los patrones climáticos en diversas regiones.

Además, este fenómeno repercute en la calidad del aire, incrementando el riesgo para personas con afecciones respiratorias y cardiovasculares.

El rol fundamental del EPIC en la observación satelital

Uno de los pilares de este análisis ha sido la utilización de la Cámara de Imágenes Policromáticas de la Tierra (EPIC), situada en el punto Lagrange-1, entre la Tierra y el Sol.

Gracias a esta posición privilegiada, EPIC puede observar el lado iluminado del planeta cada 1-2 horas, lo que permite construir una climatología horaria detallada de la altura de la columna de polvo del Sahara a partir de 4 años de datos.

Este enfoque ofrece una visión mucho más precisa y dinámica de la distribución vertical del polvo, superando algunas limitaciones presentes en los modelos de reanálisis tradicionales.

Sinergia entre detección pasiva y activa: un avance en la teledetección del preocupante aumento de la concentración de polvo sahariano

El estudio destaca la notable coincidencia entre las alturas de la capa de polvo obtenidas mediante las mediciones pasivas de EPIC y los datos de los sistemas LIDAR transportados por satélite.

Esta sinergia entre la detección pasiva, con su amplia cobertura espacial, y la detección activa, que proporciona perfiles verticales detallados, resulta crucial para caracterizar la variación diurna de la distribución del polvo y los procesos de los aerosoles.

Según el análisis, el transporte transatlántico del polvo es el factor que más influye en la variabilidad observada en la altura de la capa, evidenciando la importancia de combinar ambos métodos para mejorar los estudios de modelado climático.

Implicaciones para el balance radiativo y la modelación climática

La distribución vertical del polvo atmosférico tiene un impacto directo en el balance de la energía de la Tierra. Al actuar como un filtro de la radiación solar, el polvo puede modificar la cantidad de energía que llega a la superficie terrestre, lo que afecta tanto a la formación de nubes como a la estabilidad térmica de la atmósfera.

Además, la incapacidad de algunos modelos, como el MERRA-2, para representar adecuadamente esta distribución plantea desafíos importantes para la predicción precisa del clima y la calidad del aire.

Este estudio resalta la necesidad de incorporar datos más detallados y metodologías híbridas en los modelos climáticos para obtener proyecciones más acertadas.

Imagen visible de alta resolución con la tormenta de polvo. Satélite AQUA (sensor MODIS), 5 agosto 2015.

Perspectivas a futuro: Hacia una mejor comprensión de los procesos atmosféricos

El análisis de 17 años de datos ofrece una ventana única para entender los procesos dinámicos que regulan la distribución del polvo sahariano en la atmósfera.

La integración de observaciones de alta frecuencia y resolución, como las proporcionadas por EPIC, junto con mediciones activas, abre nuevas posibilidades para investigar la variabilidad diurna y estacional de estos aerosoles.

Además, este enfoque sinérgico es fundamental para mejorar los sistemas de modelado climático, permitiendo anticipar mejor los impactos ambientales y de salud asociados con el transporte transatlántico del polvo.