Anomalía de temperatura en el mar Mediterráneo a 1 m. de profundidad, 13.06.11. Crédito: MFS - GNOO.

Anomalía de temperatura en el mar Mediterráneo a 1 m. de profundidad, 13.06.11. Crédito: MFS – GNOO.

21.06.11. Como efecto a un mayor número de horas de sol, debido también al fuerte calentamiento de las masas de aire, y a vientos en general poco intensos sobre el Mar Mediterráneo, su superficie ya ha comenzado a calentarse de forma bastante pronunciada, especialmente en aguas cercanas a la Península Ibérica y Baleares.

 

Es posible comprobar esta circunstancia en la figura que encabeza este artículo, y que muestra la anomalía de temperatura del Mediterráneo a 1 m. de profundidad. Salvo las anomalías negativas de temperatura que se registran en el Golfo de León, el resto de aguas cercanas a la Península y Baleares muestran marcadas anomalías positivas, máxime teniendo en cuenta que el mapa data del 13 de junio, es decir, de hace ya 8 días. En esta última semana el calor ha ido en aumento en general, con lo que en la actualidad esas anomalías pueden ser aún más profundas.

El mapa de temperatura superficial de las aguas marítimas publicado por la Agencia Estatal de Meteorología en su página web no deja lugar a dudas sobre este rápido calentamiento.

Mapa de temperatura superficial del mar, 21.06.11.

Mapa de temperatura superficial del mar, 21.06.11.

Asímismo, este calentamiento también viene reflejado en los mapas elaborados por el NOAA americano, y que recoge las anomalías superficiales tanto del mar de Alborán como de la cuenca del Atlántico Norte:

Mapa de anomalía de temperatura superficial del océano, 18.06.11. Crédito: NOAA.

Mapa de anomalía de temperatura superficial del océano, 18.06.11. Crédito: NOAA.

En el foro de debate de este portal se está haciendo seguimiento de este calentamiento de las aguas tanto del Mediterráneo como del Atlántico Norte.

Si damos importancia a este fenómeno es porque la temperatura del mar Mediterráneo y de las aguas circundantes a la Península Ibérica y ambos archipiélagos es un ingrediente más en la génesis de episodios de tormentas severas y lluvias intensas. Al final, todo depende de la capacidad de las masas de aire asociadas a situaciones potencialmente inestables para poner en juego toda esa humedad y energía retenida por el mar. Por lo tanto, aunque un mar u océano caliente (o muy caliente) no es sinónimo de lluvias torrenciales, sí que es un factor más a considerar en caso de que la atmósfera tendiera a generar una situación inestable de interés a la Península, Baleares o Canarias.

En el foro de debate también tenemos un viejo pero interesantísimo debate sobre la relación entre un Mediterráneo caliente y las lluvias torrenciales en la fachada mediterránea peninsular y Baleares.