Mapa isobárico de superficie, según el modelo DWD.

Mapa isobárico de superficie, 00 UTC, 08.10.10. Crédito: Universidad de Berlín.

 

08.10.10. Hasta ahora, es de todos sabido que a los ciclones tropicales se les asigna un nombre en todas las cuencas oceánicas del mundo susceptibles de padecerlos. Pero desde hace relativamente poco tiempo, también sabemos que hay un organismo que asigna nombres tanto a borrascas como a anticiclones.

Esta práctica, desde que está siendo más conocida, está levantando una cierta polémica, porque cuando se divulga, parece que está causando una cierta confusión al ciudadano de a pié, que puede llegar a confundirlos con un ciclón tropical. Es por esta razón por la que hemos creído conveniente publicar esta noticia.

Después de que ayer la comunidad de aficionados a la Meteorología estuviera hablando de PAULA, nombre asignado a la profunda borrasca atlántica que ayer sufrió ese marcado proceso de bombogénesis o ciclogénesis explosiva.

Pero, ¿cuál es ese organismo que asigna nombres a las borrascas y a los anticiclones en esta parte del hemisferio norte? Se trata del Departamento de Meteorología de la Universidad de Berlín. Resulta que este organismo lleva realizando esta práctica desde hace muchos años.

Desde hace relativamente poco tiempo, se puso en marcha un proyecto que recibe el nombre en inglés de «Adopt a Vortex», en castellano «Adopte un vórtice» que, ni más ni menos permite, después del pago de una módica cantidad, adoptar a un anticiclón o borrasca de modo que se le asigna el nombre de una lista preestablecida.

De este modo, para 2010, a las borrascas se les está asignado nombres de mujer, mientras que a los anticiclones, se les está asignando nombres masculinos.

Da la casualidad de que, en el caso de PAULA, que es el nombre que se utilizó ayer para la profunda borrasca atlántica, y que será la que complique, y mucho, el tiempo en la Península y los dos archipiélagos, es el mismo que recibirá el siguiente ciclón tropical atlántico que se forme después del que está actualmente activo, OTTO. Por ello puede haber una cierta confusión.

No hay que olvidar que los ciclones tropicales son una cosa, y que las borrascas atlánticas son otra, y no se deben confundir.

Creemos que con esta noticia, ayudamos a evitar ese tipo de confusión.