Radar de lluvias meteorológico: funcionamiento, tecnologías y situación en España

Radar meteorológico de la Agencia Estatal de Meteorología en el Pico Mijas, Málaga. Foto: Diego Martín.

Los radares meteorológicos para la detección de las lluvias son herramientas clave para la predicción y el seguimiento de fenómenos atmosféricos como tormentas o los propios frentes de lluvias y precipitaciones intensas, por lo que conocer su funcionamiento, es sumamente interesante para el aficionado a la meteorología.

Su capacidad para observar el desarrollo de la atmósfera en tiempo real los convierte en un componente esencial en las redes de vigilancia meteorológica a nivel mundial.

A continuación, veremos cómo funcionan, su precisión, alcance, las tecnologías existentes y cómo están integrados en España.

¿Cómo es el funcionamiento un radar meteorológico de lluvias?

El funcionamiento de un radar de lluvias se basa en el principio del eco electromagnético.

El radar emite pulsos de energía de microondas hacia la atmósfera, que chocan con las gotas de lluvia o partículas de hielo en las nubes.

Cuando estas partículas dispersan parte de la energía emitida, una fracción regresa al radar, que la recibe y procesa.

A partir de la intensidad y el tiempo que tarda en regresar el eco, el radar puede estimar:

  • Distancia: Conociendo la velocidad de la onda, se puede calcular la distancia de la precipitación.
  • Intensidad: La cantidad de energía que regresa está relacionada con el tamaño y la densidad de las gotas o partículas, lo que permite estimar la intensidad de la lluvia.
  • Movimiento: Analizando el desplazamiento Doppler del eco (cambio de frecuencia en función del movimiento), se pueden estimar los vientos en las capas de la atmósfera.

Los radares generan imágenes en tiempo real que permiten seguir el avance y evolución de los frentes de lluvia, algo crucial para la emisión de alertas meteorológicas.

¿Qué precisión y alcance pueden tener?

Al respecto del alcance y precisión que pueden tener los radares de lluvia hay que comentar:

  • Alcance: Un radar meteorológico típico tiene un alcance de entre 200 y 250 kilómetros. Sin embargo, su precisión decrece a medida que se aleja del radar. A distancias mayores, el haz de energía se expande y se eleva debido a la curvatura terrestre, lo que puede hacer que «pierda de vista» fenómenos más cercanos al suelo.
  • Precisión: La precisión en la estimación de la lluvia depende de varios factores, como la calibración del radar y las condiciones atmosféricas. En general, los radares meteorológicos pueden detectar con buena precisión precipitaciones moderadas a intensas, aunque la estimación de la cantidad exacta de lluvia puede tener un margen de error de entre el 10 y el 20%. Para lluvias ligeras o nieblas, su sensibilidad puede ser insuficiente.
radar lluvias funcionamiento

Aspecto clave en el funcionamiento: tipos de tecnologías del radar de lluvias

Existen varios tipos de radares meteorológicos de lluvias, cada uno con tecnologías que aportan mejoras específicas y que provoca que su funcionamiento sea distinto, lógicamente.

  1. Radares Doppler: Son los más comunes y no solo miden la distancia y la intensidad de las precipitaciones, sino que también analizan el efecto Doppler para estimar la velocidad de los vientos. Esto es crucial para detectar fenómenos severos como tornados o vientos descendentes.
  2. Radares de doble polarización: Este tipo de radar emite ondas tanto en sentido horizontal como vertical, lo que permite distinguir entre diferentes tipos de hidrometeoros (como gotas de lluvia, nieve, granizo o incluso escombros). Los radares de doble polarización ofrecen mayor precisión en la identificación de fenómenos meteorológicos y en la estimación de la cantidad de precipitación.
  3. Radares en banda C y S: Los radares en banda S (con una longitud de onda mayor) se utilizan para detectar fenómenos a gran distancia y en situaciones de precipitaciones fuertes. Los de banda C, con longitudes de onda más cortas, son adecuados para la detección de fenómenos más cercanos, pero pueden ser más sensibles al ruido de ecos falsos.

¿Por qué se producen ecos falsos?

Los ecos falsos en los radares meteorológicos ocurren cuando el radar detecta objetos o fenómenos que no están relacionados con las precipitaciones. Algunas de las causas más comunes incluyen:

  • Reflexiones de obstáculos terrestres: Edificios, montañas o torres pueden reflejar las ondas del radar y producir señales que parecen lluvia, pero en realidad son falsos ecos.
  • Inversión térmica: En condiciones de estabilidad atmosférica, una capa de aire caliente sobre una más fría puede reflejar las ondas del radar y generar ecos que no corresponden a precipitaciones reales.
  • Ruidos de interferencia: Otras señales electromagnéticas o sistemas de comunicación pueden generar interferencias que el radar detecta erróneamente como precipitaciones.

Para mitigar estos efectos, se emplean técnicas de procesamiento de datos que filtran parte de estos ecos no deseados.

radar lluvias funcionamiento

La red de radares meteorológicos en España

En España, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) gestiona una red de 14 radares meteorológicos, distribuidos estratégicamente para cubrir la mayor parte del territorio nacional. Esta red incluye tanto radares en banda C como en banda S, y se usa para la vigilancia continua de fenómenos meteorológicos adversos.

Plan de mejora de la red de radares meteorológicos en España

Como os informamos semanas atrás, el plan de mejora de la red de radares meteorológicos en España, llevado a cabo por AEMET, tiene como objetivo actualizar la infraestructura existente y ampliar su capacidad. Esto incluye:

  • Incorporación de radares de doble polarización: Mejoran la capacidad para identificar tipos de precipitaciones y estimar de manera más precisa la cantidad de agua.
  • Actualización de software: Implementación de nuevos algoritmos para mejorar la detección de fenómenos severos y reducir los ecos falsos.
  • Ampliación de la cobertura: Se están evaluando ubicaciones adicionales para mejorar la cobertura en áreas donde los fenómenos meteorológicos son difíciles de monitorizar con la red actual.

¿Cuánto puede costar un radar meteorológico?

El coste de un radar meteorológico varía según la tecnología y la capacidad. Un radar de banda C o S puede costar entre 1,5 y 5 millones de euros, dependiendo de las características técnicas, como la doble polarización y la sofisticación de los sistemas de procesamiento de datos. Además, el mantenimiento y la actualización constante de los equipos añaden costes operativos considerables.

radar lluvias funcionamiento

¿Es complicado su montaje?

El montaje de un radar meteorológico requiere infraestructura especializada. Además de la construcción de la torre o edificio donde se instalará el radar, se deben tener en cuenta los siguientes aspectos:

  • Ubicación estratégica: Los radares deben instalarse en áreas elevadas para evitar obstrucciones como montañas o edificios, lo que complica el proceso de instalación.
  • Calibración y pruebas: El radar debe ser calibrado y probado exhaustivamente para asegurar que funcione correctamente. Este proceso puede tomar semanas o meses.
  • Conexiones y comunicación: Se requieren sistemas de comunicación de alta velocidad para transmitir los datos del radar a los centros de control en tiempo real.
radar lluvias funcionamiento