Una investigación realiza un estudio sobre la mortalidad de los árboles a causa de los rayos

Una investigación ha analizado la tasa de mortalidad de los árboles a causa de los rayos, un hecho poco considerado, pero que afecta a millones de ellos cada año en todo el mundo.
Aunque el riesgo de que un rayo caiga sobre un objeto determinado en la tierra es bajísimo, no cabe duda de que los bosques de todo el planeta están expuestos a esta circunstancia, causante en algunos casos de incendios forestales.
Un enemigo silencioso en los bosques tropicales
Los rayos son mucho más que un espectáculo natural. En los ecosistemas forestales, especialmente en los trópicos, los rayos representan un factor de mortalidad de árboles tan relevante como poco estudiado.
Por ello, investigaciones recientes llevadas a cabo en los densos bosques de Panamá han puesto en evidencia que los rayos árboles forman una relación directa y devastadora: cerca de una cuarta parte de las muertes de árboles grandes en estas selvas se debe a descargas eléctricas atmosféricas.
Este descubrimiento ha llevado a la comunidad científica a replantearse el papel de los rayos en los modelos de vegetación.
A pesar de su impacto, hasta ahora la mortalidad por rayos no se incluía en los modelos más avanzados que intentan predecir el comportamiento de los ecosistemas forestales ante el cambio climático.

La mortalidad de los árboles por los rayos
Para comprender mejor este fenómeno, se ha implementado por primera vez un módulo específico de mortalidad por rayos en el modelo LPJ-GUESS, una herramienta dinámica utilizada para simular la vegetación a escala global.
En el caso del sitio de estudio en Panamá, este modelo logró simular un promedio de 2,9 árboles muertos por impacto, un valor muy próximo al dato observado de 3,2.
Además, el modelo estimó que el 21 % de la mortalidad de árboles grandes en ese entorno se debía a rayos, frente al 24 % medido en campo.

Modelos mejorados para una visión más realista
Este nuevo enfoque permite calcular de forma estocástica la mortalidad inducida por rayos árboles a partir de dos variables clave: la densidad local de rayos nube-tierra y la estructura del bosque (altura, densidad de árboles y tamaño).
Para ello, el modelo se nutre de productos satelitales de rayos como LIS/OTD (Lightning Imaging Sensor/Optical Transient Detector) y WWLLN (World Wide Lightning Location Network), que ofrecen estimaciones globales de descargas eléctricas con una resolución espacial y temporal adecuada.

Impacto global en la biomasa y el carbono
Los resultados obtenidos con el nuevo modelo apuntan a cifras globales preocupantes: entre 301 y 340 millones de árboles mueren cada año por rayos, lo que equivale a una pérdida de entre 0,21 y 0,30 gigatoneladas de carbono anuales (GtC año⁻¹). Esta mortalidad representa entre un 2,1 % y un 2,9 % del total de biomasa muerta en los ecosistemas terrestres.
Además, el estudio revela que en un planeta sin rayos, la biomasa forestal global sería entre un 1,3 % y un 1,7 % mayor. Esto demuestra que los rayos no solo influyen en la estructura y dinámica de los bosques, sino también en el balance del carbono a escala planetaria.

Urge más investigación sobre rayos y árboles
Aunque este trabajo supone un gran avance, sigue existiendo una escasez crítica de datos de campo sobre la mortalidad de árboles por rayos en muchas regiones del mundo.
Esto limita la precisión de los modelos y subraya la necesidad de ampliar la monitorización en bosques tropicales, templados y boreales.
A medida que se prevé un incremento en la actividad eléctrica atmosférica debido al calentamiento global, comprender cómo los rayos afectan a los árboles será clave para afinar las proyecciones climáticas, gestionar mejor los recursos forestales y mejorar la resiliencia de los ecosistemas.
La relación entre rayos árboles ya no puede quedar fuera de la ecuación ecológica.
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