Crédito: NASA/GSFC, MODIS Rapid Response.
 
03.08.10. La imagen superior corresponde a una fotografía de alta resolución obtenida hoy por el satélite MODIS y su sensor AQUA. Sobre ella se ha indicado la localización de la capital rusa, Moscú. Al observarla podemos distinguir varios elementos: a parte de la superficie terrestre y sus carcaterísticas (grado de vegetación, ríos, sistemas montañosos, etc.) podemos observar, por un lado, nubosidad de tipo convectivo (son los elementos más blanquecinos en la imagen); y, por otro, el humo de los cientos de incendios que están asolando el país (en colores grisáceos y marrones). En algunos momentos, se mezclan tanto humo como nubes, llegando a hacerse difícil la diferenciación (sigue).

 
Es posible que alguna de esta nubosidad convectiva que se observa, tenga origen en estos fuegos, dando lugar a nubes tipo pirocúmulo, que son peligrosas en ambientes de suficiente inestabilidad, porque son capaces de derivar en Cumulonimbus, nubes de tormenta que, al originar rayos, puede ser causa de nuevos incendios.
 
Según los medios de noticias consultados, el número de focos de incendio que hay activos por los últimos datos, superan los 500, con 41 víctimas mortales relacionadas con ellos. Y es que el país, desde primeros de julio (transcurrido un mes ya, por tanto) está padeciendo la que puede calificarse como peor ola de calor de la historia, con temperaturas que han alcanzado registros históricos para series climatológicas que, en el caso de Moscú, tienen 130 años de observaciones.
 
En el foro de debate de la web se está haciendo un amplio seguimiento de datos y análisis meteorológicos relacionados con este episodio de calor extremo, porque se están alcanzando temperaturas inauditas en latitudes que ya alcanzan regiones polares.
 
La imagen del satélite MODIS y sensor AQUA tienen el crédito NASA/GSFC, MODIS Rapid Response.