Llega un temporal de lluvias mediterráneo

Tal y como se preveía, la atmósfera irá evolucionando durante los próximos días hacia la inestabilidad en la mitad este peninsular (principalmente) de forma que podríamos un tener un temporal de lluvias mediterráneo importante.
La llegada de una débil vaguada atlántica desde el oeste y su estancamiento sobre la vertical de la Península Ibérica, junto con un flujo de vientos de gran recorrido marítimo desde el Mediterráneo incidiendo en esa zona, será el cóctel perfecto para que se produzcan las mencionadas precipitaciones.
Aunque AEMET ha asociado el temporal a una DANA, Alice, de momento no se dibuja en los mapas una depresión en niveles altos de la atmósfera como tal, sino un embolsamiento de aire frío en altura en el entorno de la Península Ibérica que prolongará la inestabilidad, probablemente, durante todo el Puente del Pilar.
Una vaguada llega desde el Oeste con un potente anticiclón británico
Durante el miércoles 8 una vaguada atlántica con una masa fría asociada en niveles medios penetrará por el oeste peninsular y avanzará hacia el este hasta conformar varios vórtices en su seno durante los siguientes días.
Más adelante puede dar lugar a la formación de una DANA, nombrada ya como Alice.


Otro dato importante en la configuración atmosférica es que, en superficie, un potente anticiclón centrado en torno a las Islas Británicas, propiciará un flujo del este y nordeste con recorrido marítimo que aportará abundante humedad a la fachada mediterránea.
Flujo del este inestable duradero: temporal de lluvias mediterráneo
Esta configuración sinóptica será bastante estacionaria, propiciando un bloqueo que hará que persistan las condiciones descritas durante varios días, con precipitaciones muy fuertes y persistentes afectando principalmente al tercio este peninsular y Baleares desde últimas horas de miércoles 8 y, al menos, hasta el domingo 12.

Los mapas señalan, en estos momentos, la zona de mayores acumulados a lo largo del episodio el entorno del cabo de la Nao, particularmente las zonas litorales y prelitorales del sur de Valencia y norte de Alicante.
Los chubascos pueden dar lugar a inundaciones locales súbitas y repentinas en zonas bajas, arroyos y ramblas, por lo que el nivel de peligro potencial de esta situación es elevado.

Primeras precipitaciones este miércoles, para intensificarse el jueves
Por tanto, desde este miércoles a últimas horas se esperan los primeros chubascos en el este de Castilla-La Mancha e interiores de la Comunidad Valenciana.


Y ya, desde primeras horas del jueves 9, se extenderán a zonas litorales de Cataluña y Comunidad Valenciana, y a lo largo del día a Ibiza y Formentera, Murcia, mitad oriental de Andalucía y sur de Castilla-La Mancha, sin descartarlos en otras zonas de Castilla-La Mancha, interior de Cataluña y sistema Central.


Se espera que estos chubascos vayan acompañados de tormentas y alcancen intensidad fuerte, incluso localmente muy fuerte de manera más probable en el entorno del cabo de la Nao.
Puente del Pilar inestable en el tercio este
El viernes 10 los chubascos fuertes o muy fuertes perderán extensión, quedando reducidos al sudeste peninsular, aunque sin descartar que alcancen el resto de Alborán y Baleares, siendo los alrededores del cabo de La Nao y del cabo de Palos las zonas donde se alcanzarían, con mayor probabilidad, intensidad localmente muy fuerte.


Durante el fin de semana se espera que continúe la situación de inestabilidad en niveles medios y altos y los vientos húmedos en superficie, aunque perdiendo intensidad el domingo, con los chubascos más intensos, localmente muy fuertes, siendo más probables entre el cabo de la Nao y la desembocadura del Ebro, pudiendo alcanzar el interior de la Comunidad Valenciana, sudeste de Aragón, este de Murcia y Baleares.


Existe una alta incertidumbre en la posición de Alice y su interacción con los flujos en superficie, lo que determinará las zonas con mayor adversidad cada jornada, por lo que se recomienda un seguimiento detallado de las actualizaciones de las predicciones y avisos durante los próximos días.


Esperemos que sea duradero, que hace falta el agua en el Levante, donde se han llegado a secar por ausencia de humedad miles de olivos y de pino carrasco, demostrando que con el nuevo clima (sin llover algo que no sean apenas chubascos años enteros y con probabilidad de sufrir más de 30 grados el 100% del año) la existencia de árboles es literalmente imposible; si no arden, se secan. Ojalá lluvias permanentes, consistentes, y moderadas, no los 800 litros en media hora y luego 7 años sin llover nada, que es a lo que nos dirigimos y lo que ya estamos muy cerca de padecer. Lo que está claro es que si en el Levante lleva 15 años sin llover en condiciones, lo que ha convertido los montes de las provincias de Valencia y Alicante en un completo erial con una nula «regeneración natural» tras los macroincendios de 2.012 en Valencia que exterminaron para siempre 50.000 ha de bosques que no se han regenerado NADA, y los de 2.022 en Alicante, que hicieron lo propio, ahora la sequía extrema parece que asoma por el oeste de España. Tras el agosto apocalíptico que se ha padecido en Zamora (súmese al verano de 2.022 que ya hizo un daño sin precedentes hasta entonces), en León, en Orense, en Ávila (súmese también al catastrófico verano de 2.022), o en Cáceres, la ausencia de lluvias en estas provincias completamente arrasadas deja sus montes sin la posibilidad de una «regeneración natural» a la que tanto apelan ecologistas y políticos para boicotear las reforestaciones, que ya de por sí iba a ser prácticamente imposible tras un mes completo con amplias capas de los montes a 2 ó 4 mil grados centígrados, ardiendo día tras día, semana tras semana, hasta lograr el objetivo de exterminar por completo todos los bosques, y extinguir decenas de especies de aves, mamíferos, insectos, reptiles o anfibios. La ausencia de lluvias este año, más que probable, puede dejar un aspecto completamente desertificado como ya puede observarse en Valencia o Alicante, que, ahora sí, cuando ya no queda una sola semilla de árbol que germinar en kilómetros y kilómetros cuadrados, parece que por fin van a ser regadas con lluvias como las que eran normales no hace tantos años