Un estudio de investigación encuentra una relación entre las condiciones meteorológicas y los terremotos
Un estudio de investigación ha demostrado que ciertas condiciones meteorológicas (severas) pueden ser detonantes de algunos terremotos, o que al menos, contribuyen a que estos acaben teniendo lugar.
Hasta ahora, la causa de un evento sísmico se relacionaba exclusivamente en el comportamiento de las placas tectónicas de nuestro planeta, en función del movimiento de las fallas y las fisuras subterráneas.
Este nuevo enfoque indica que lo que ocurre sobre la tierra puede, en ciertas condiciones, alterar el equilibrio tectónico y acabar produciendo un sismo.
Sobre las condiciones meteorológicas y los terremotos
El trabajo de investigación ha sido realizado por un equipo multidisciplinar del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en Estados Unidos y de la Universidad Grenoble Alpes de Francia.
Los científicos han demostrado que ciertos episodios de fuertes nevadas y lluvias probablemente contribuyeron a un enjambre de terremotos que tuvieron lugar durante los últimos años en el norte de Japón. Hasta donde saben sus autores, este estudio es el primero que demuestra que las condiciones climáticas podrían iniciar algunos seísmos.
Concretamente, la saga de terremotos se registró en la península japonesa de Noto, desde finales de 2020.
¿Cómo llegaron a esta conclusión?
El equipo de investigación descubrió que esa actividad sísmica anómala en la región está sorprendentemente sincronizada con ciertos cambios en la presión subterránea, y que esos cambios están influidos por patrones estacionales de nevadas y otras precipitaciones.
Los científicos analizaron la cantidad de eventos sísmicos que ocurrieron en la región a lo largo del tiempo, descubriendo que el momento de los terremotos antes de 2020 parecía esporádico y no relacionado, en comparación con finales de 2020, cuando los terremotos se volvieron más intensos y agrupados con el tiempo.
Condiciones meteorológicas severas como intensas nevadas pueden desencadenar terremotos
Cuando llueve o nieva, eso añade peso, lo que aumenta la presión de los poros, lo que permite que las ondas sísmicas viajen más lentamente.
En cambio, si se elimina todo ese peso, a través de la evaporación o la escorrentía, de repente, la presión de los poros disminuye y las ondas sísmicas son más rápidas.
Por último, los científicos sospechan que esta conexión entre terremotos y clima podría no ser exclusiva de Japón y desempeñar un papel relevante en la sismología de otras partes del mundo.
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