Animación de imágenes del canal visible, intervalo 17:15 a 21 hora local. 11.05.11. Crédito: sat24.com

Animación de imágenes del canal visible, intervalo 17:15 a 21 hora local. 11.05.11. Crédito: sat24.com

15.05.11. Durante la tarde del pasado día 11 de mayo, se desarrollaron fuertes tormentas dentro de la mitad norte del país. A la vez, desde el sur peninsular, accedía un foco de inestabilidad procedente del norte de África. Esta inestabilidad se trató en una noticia anterior, poniendo de relieve su origen subtropical y detección casi prácticamente en capas bajas. Estudiando dichas tormentas, detectamos un fenómeno muy interesante. Te lo contamos a continuación.

Si prestamos atención a la secuencia de imágenes en la animación que encabeza este documento, podemos diferenciar dos características o fenómenos:

  1. Las fuertes tormentas que se generan en la mitad norte de la Península.
  2. El foco de inestabilidad que avanza desde el sur y que se manifiesta en forma de una masa nubosa diferenciada.

Prestando atención al segundo elemento, se observa cómo la masa nubosa se desplaza en un movimiento sur a norte.

Ahora será neceario agudizar la vista un poquito más: vamos a tratar de descubrir, justo delante de esta masa nubosa, una delgada curva de cirros que se mueve con el mismo sentido que la masa nubosa posterior, expandiéndose. Hemos tratado de facilitar su localización, dibujando esa serie de flechas rojas sobre la animación, que indican su localización y movimiento.

Aunque no tenemos total seguridad debido a que no disponemos de medios para poder identificar el fenómeno de forma totalmente fiable, creemos que esa delgada banda curva de cirros, da vida o fe de existencia de una posible onda gravitatoria solitaria. Si nos fijamos bien, cuando esa onda alcanza focos convectivos, los reactiva y refuerza de forma clara. Es posible detectar esta circunstancia en pequeños focos convectivos en el Sistema Ibérico Sur, muy cerca la provincia de Teruel. Pero sobre todo, nos parece fundamental la interacción de esta onda con focos convectivos nacidos sobre el Sistema Central.

En este último caso, da la impresión de que la onda gravitatoria interacciona con la convección nacida en el Sistema Central, participando la orografía como mecanismo disparador de la convección en primer término, y viéndose reforzada y obligada a explotar cuando la alcanza dicha onda. De hecho, se forma una línea de turbonada que termina pasando por Valladolid, desde donde se reportaron intensísimas granizadas y acumulaciones de lluvia, caída de forma torrencial. En la animación de las imágenes se observa de forma nítida. En el foro de debate se hizo seguimiento exhaustivo de estas tormentas y su evolución.

En un artículo nuevo, incidiremos y explicaremos con más detalle en qué consisten las ondas gravitatorias y cómo son capaces de interaccionar o incluso intervenir en la génesis, con tormentas severas.