Pocas veces las imágenes satelitales nos dejan ver un proceso tan bello, desde el punto de vista meteorológico, como el que se desarrolló entre el 24 y el 26 de octubre de 2015 en el Pacífico Norte.
De manera sincronizada, se produjo un doble proceso de ciclogénesis explosiva, a partir de la evolución de dos sistemas tropicales que ya habían perdido la intensidad que alcanzaron días atrás: el Tifón Chami y el Huracán Olaf. A continuación, os mostramos en un magnífico vídeo la impresionante secuencia de imágenes captadas por el satélite Himawari.
La ciclogénesis de un sistema tropical
Chami y Olaf estaban en el final de sus vida como sistemas tropicales, un proceso habitual en todos tifones, ciclones y huracanes que una vez que abandonan aguas cálidas pierden total o parcialmente las condiciones de entes tropicales y que en muchas ocasiones son absorbidos por la circulación zonal, llevándolos a zonas del Planeta muy lejanas a donde se formaron o fueron muy intensos.
Champi, ya como profunda borrasca antes de llegar a las costas de Norteamérica
En esa ‘nueva vida’, es también usual que aparezcan las condiciones idóneas para que los sistemas tropicales vuelvan a intensificarse, pasando a ser profundas borrascas. En nuestro entorno, podemos citar casos recientes como Joaquín o Bertha.
La peculiaridad: la sincronización
En este caso, como se puede apreciar en la secuencia captada por el satélite Himawari, vemos como Olaf y Champi se transformaron en profundas borrascas al mismo tiempo, de manera sincronizada, protagonizando un precioso baile en aguas del Pacífico Norte.
El vídeo nos muestra la evolución de la atmósfera, en el canal de masas de aire, entre las 00 UTC del 24-10-2015 y las 21:40 UTC del 26-10-2015. Cada lapso es una imagen satelital captada a intervalos de 10 minutos.
Ciclogénesis explosiva, bombogénesis, bomba meteorológica…
Se acerca la época en la que las ciclogénesis explosivas darán que hablar en los medios de comunicación. Como hemos referido en varias ocasiones, por desgracia, es un término que es utilizado de manera cada vez más errónea, confusa y sensacionalsita.
Vienen bien hacer un recordatorio de qué estamos hablando con estos términos tan habituales en el campo de la meteorología, todos ellos referidos al mismo proceso meteorológico.
Una ciclogénesis explosiva o bombogénesis es un proceso meteorológico por el cual se forma una borrasca muy profunda en un periodo de tiempo relativamente corto; es decir, la borrasca que se forma a partir de este proceso sufre una caída de presión, o profundización, muy significativa en un periodo de tiempo relativamente corto.
Y la borrasca así formada puede recibir el nombre de bomba meteorológica, como la están denominando fuera de nuestro país, weather bomb.
De forma más técnica, existen criterios para evaluar estos procesos, y así poder identificarlos correctamente.
La teoría
Se trata de valores umbral para poder definir un proceso de ciclogénesis como explosiva: Sanders-Gyakum (1980) las definieron como aquellas en las que la caída de la presión central en superficie en un periodo de 24 horas, es superior a 24 • senα / sen60, siendo α la latitud promedio del centro de la baja durante ese periodo (18 hPa / 24 horas, para 41º), siendo igualmente válidos, múltiplos de este ratio, es decir, la mitad del valor obtenido, para un periodo de 12 horas en vez de 24.
Otro criterio similar es el Carlson (1991), que establece un valor de 12 hPa / 24 horas, para 45º de latitud, siendo estos umbrales referidos a ciclogénesis atlánticas.
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