Un estudio de investigación ha valorado la incidencia directa de la lluvia en los accidentes de tráfico
Un estudio de investigación ha valorado la incidencia directa de la lluvia en los accidentes de tráfico.
Y es que conducir bajo la lluvia aumenta el riesgo de sufrir un accidente debido, lógicamente, a que la visibilidad se reduce o a que la resbaladicidad del asfalto aumenta.
Pero ¿hasta qué punto se incrementa ese peligro? La Sociedad Meteorológica de Estados Unidos ha realizado un exhaustivo estudio de investigación al respecto. Os damos todos los detalles.
El riesgo de accidentes se incrementa en un 34 % con lluvia intensa
El trabajo revela que incluso una lluvia ligera también aumenta significativamente el riesgo de un accidente automovilístico fatal.
Lógicamente, cuanto más húmedas se encuentren las carreteras, el peligro aumenta ya sea con lluvia, nieve o hielo, incrementándose en el caso de que la lluvia sea intensa el riesgo de accidentes mortales en un 34%.
Este estudio ha sido publicado en este artículo por la Sociedad Meteorológica de Estados Unidos.
Con lluvia moderada cae al 27 %
Si la intensidad de la lluvia es moderada (para los autores del estudio se estaría hablando de una llovizna, justo cuando se podría considerar sacar un paraguas) el riesgo de tener un accidente mortal se sitúa en el 27%.
¿Cómo se hizo el estudio?
Para llegar a estas conclusiones el responsable del estudio, Scott Stevens, analista de datos y meteorólogo del Instituto de Estudios del Clima de Carolina del Norte, y sus compañeros, analizaron 125.012 accidentes automovilísticos mortales en los 48 estados del país norteamericano entre 2006 y 2011.
Los responsables del informe tuvieron en cuenta no solo las condiciones meteorológicas sino también el volumen de tráfico existente en el momento de los accidentes.
Datos meteorológicos precisos
Para analizar el efecto de las inclemencias del tiempo, los investigadores no se dejaron llevar por la información de las estaciones meteorológicas en carretera, como ha ocurrido en otros trabajos, sino que utilizaron los datos reales de radares meteorológicos precisos en las zonas de los accidentes.
De esta forma, fue posible diferenciar la intensidad de la lluvia o de la nieve que caía en cada momento, hasta llegar a la precisión de décimas de litro por metro cuadrado y hora.
Se subestima el riesgo que provoca la lluvia
Los autores del estudio creen que la población subestima en general, el peligro que supone la caída de lluvia o nieve en la carretera, por escasa que esta sea, puesto que en términos generales el riesgo de accidentes automovilísticos fatales es un 75% mayor que cuando hay buen tiempo.
Pues está pasada semana santa, regresaba por autopista a Madrid y en el camino no paró de llover, muy fuerte, durante casi todo el tiempo. Yo iba a 100 km hora y a veces algo menos, porque había muchas balsas de agua y la lluvia caía con fuerza. Pues bien, pasaron unos cuantos a velocidades que ni es seco. 150 o 160 en aquellas condiciones. Demencial el poco sentido común de muchos. Y no eran jóvenes de estos flipados, si no coches grandes de esos de «papi»