El agua del Mediterráneo marcó más de un récord histórico de temperatura este verano de 2022

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El agua del Mediterráneo marcó más de un récord histórico de temperatura este verano de 2022, destacando los 31,36 ºC de la Boya de Dragonera en las Islas Baleares.

Así lo indican desde Puertos del Estado a lo que se suma el último informe del CEAM que incide sobre varios hechos importantes.

Durante el verano de 2022 han sido constantes las altas temperaturas en la cuenca occidental del Mediterráneo, lo que ha provocado una intensa y persistente ola de calor marina.

De hecho, desde principios de junio, la temperatura superficial del mar (TSM) media del Mediterráneo ha estado muy por encima de sus medias climáticas.

El agua del Mediterráneo supera los 31 ºC en Baleares ¡récord!

Según la nota de prensa de Puertos del Estado, entre todos los registros del pasado verano, destaca el de la boya de Dragonera que funciona desde el año 2009.

En ese punto, a las tres de la tarde del pasado 24 de agosto, se midió 31,36 ºC, lo que supone el mayor valor registrado de temperatura del agua obtenido por las redes de medida de dicho organismo.

Además, la boya de Valencia llegó a 29,94 ºC el 11 de agosto; la de Tarragona alcanzó 29,77 ºC ese mismo día; las de Cabo de Palos y Cabo de Gata llegaron a 29,37 ºC y a 27,93 ºC a finales de julio y la de Ceuta tuvo su máximo histórico a principios de agosto con 24,6 ºC.

Registros históricos también en el Cantábrico y en aguas de Canarias

La temperatura del mar también fue noticia más allá del Mediterráneo.

En el Cantábrico destacó el dato la boya costera de Bilbao, que marcó su mayor registró a medidos de julio con 25,6 ºC y la de BilbaoVizcaya tuvo 24,68 ºC.

Por su parte, en las Canarias, las boyas de Tenerife Sur, Gran Canaria y la costera de Las Palmas también batieron registros históricos en el mes de julio superando en todos los casos los 23,3 ºC.

Un verano con aguas muy cálidas

Según el Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo (CEAM) estos valores extremos de la TSM han impulsado un cambio en el comportamiento de la tendencia a largo plazo, con un aumento respecto a la primavera.

El calentamiento acumulado durante el periodo de estudio (1982-2022) fue de 1.4˚ C, promediado en toda la cuenca mediterránea.

La ola de calor marina también condujo a un aumento de la variación de la TSM acumulada a largo plazo que ascendió a 1.4°C para el periodo de análisis (enero de 1982-agosto de 2022).

Desde el inicio del verano la TSM media mediterránea estuvo muy claramente por encima de los valores climáticos.

Las anomalías medias mensuales globales para toda la cuenca fueron casi constantes desde junio hasta agosto de 1.4°C para la TSM bruta, con la máxima anomalía diaria (1.8°C) a finales de julio, siendo de 0.8°C para los datos desestacionalizados.