Los +20 ºC de anomalía térmica prevista en el Ártico y la posible formación del anticiclón escandinavo, son noticia
Los +20 ºC de anomalía térmica prevista en el Ártico y la posible formación del anticiclón escandinavo, son noticia en el panorama meteorológico actual.
Como sabéis, sigue el bloqueo anticiclónico en el oeste europeo, alimentado día tras día por la imponente dorsal africana que no cede pese al avance del otoño.
Y dicho bloqueo mantiene un tiempo cálido o templado en buena parte del viejo continente que, en oleadas, llega incluso al Polo Norte, donde se están produciendo y se prevén importantes anomalías térmicas.
Los pronósticos apuntan a que, en un plazo de una semana, el bloqueo anticiclónico podría fijarse en Escandinavia, algo a lo que nos agarramos para que cambie el patrón meteorológico sobre España.
Anomalía térmica positiva en el Ártico muy elevada
Aunque las anomalías térmicas positivas están siendo sensiblemente elevadas en el Oeste de Europa estas últimas semanas, llama la atención que ocurran también en el Polo Norte.
Esta zona del planeta se muestra más sensible al calentamiento global al que asistimos. Al respecto, hemos leído muchos artículos científicos acerca del proceso climático denominado amplificación ártica.
Y estos mapas o los datos que se están registrando estos días son un ejemplo ‘en directo’ de lo que está ocurriendo en la Tierra.
Seguramente la banquisa ártica se vea muy afectada en noviembre por este evento cálido tan prolongado.
La mirada puesta en un posible anticiclón escandinavo potente
La lluvia no llega. Los pronósticos del modelo estacional del ECMWF nos lleva dos meses diciendo que hacia la primera decena de noviembre pueden llegar los cambios en el patrón meteorológico.
Y puede ser que en 1 semana tengamos un cambio importante, la aparición de un potente anticiclón en Escandinavia que alteraría de manera importante la configuración atmosférica en Europa.
Está por ver, en función de la posición que tome el anticiclón, abrazando o no a Centroeuropa o incluso al suroeste del continente, si será la llave que abra la puerta para la llegada de las lluvias a España.
Estos días estamos viendo algunos pronósticos que nos dan esperanza, pero, sin embargo, en otros escenarios no.
La incógnita en los pronósticos es si la posición del anticiclón facilitará la llegada de masas de aire inestables, que avancen de forma retrógrada hacia el suroeste de la Península o no, y si además podrían servir de atracción a las bajas atlánticas.
La previsión estacional del ECMWF retrasa las lluvias para final de noviembre y diciembre
Y si miramos los últimos pronósticos del modelo estacional del ECMWF vemos que las anomalías de presiones negativas, que anunciaba en anteriores salidas, para la segunda o primera decena del mes, se retrasan ahora para el tramo final de noviembre.
Y son realmente palpables en diciembre. Deberíamos de esperar entonces un tiempo inestable en España.
Conjeturas en el pronóstico que trataremos de ir cerrando en futuras actualizaciones.
Este año 2.022, sea por las emisiones de gases de efecto invernadero del ser humano, sea por la acción volcánica, sea por los macroincendios en Australia, California, Siberia, Amazonas y España y las ingentes masas de dióxido de carbono y pérdidas colosales de bosques sumidero por las pésimas políticas ambientales de todos esos países, o sea por un compendio de todo, vivimos casi permanentemente en un clima que supera, con mucho, la peor de las previsiones climáticas para el año 2.100. Ni los ecologistas más catastrofistas hablaron nunca de superar 20 grados la temperatura normal del Ártico durante casi un mes ininterrumpido, ni mencionaron veranos en Londres a 40 grados, ni un arranque de noviembre en Francia a más de 30 grados, ni hablaron de una reducción de las lluvias en España del 60%, ni mencionaron nunca la pérdida en un solo año del 95% de los bosques de Zamora, Cáceres, Castellón y Alicante. El año que estamos viviendo hace que la peor previsión para el año 2.100 sea un año frío, un sueño de clima idílico, en comparación con lo que YA estamos padeciendo.