No es ninguna novedad el hecho de que la atmósfera sobre el Atlántico Norte esté presentando una gran actividad en las últimas semanas, pero lo estamos destacando hoy por el hecho de que se estén dando a la vez dos interesantes fenómenos: génesis de una profunda y extensa borrasca con vientos de fuerza de huracán, y un ciclón subtropical al este de las Bahamas.
Profunda borrasca generando vientos con fuerza de huracán.
En estos momentos, esa gran área de bajas presiones se encuentra al noroeste de la Península Ibérica, y engloba a varios centros secundarios, habiendo perdido ya la naturaleza inicial con un único centro y vientos muy poderosos con fuerza de huracán.
photogenic, dangerous N Atlantic low: ASCAT overpasses returned #hurricane force winds, providing ‘ground truth’ to forecast #SatWind pic.twitter.com/f8lHNhM4dv
— NWS OPC (@NWSOPC) 27 de marzo de 2017
Tanto fue así, que el Centro de Predicción Oceánica del NOAA americano se estuvo haciendo eco de este fenómeno, con animaciones de imágenes del satélite y análisis de la altura del oleaje generado por sus vientos a través del satélite ASCAT.
Atlantic GeoColor satellite loop: #hurricane force low over central ocean, while low east of the Bahamas is producing #gales pic.twitter.com/tL3e1eYAau
— NWS OPC (@NWSOPC) 27 de marzo de 2017
En este otro tuit se puede apreciar la evolución de la borrasca, pero mirando al sur de la misma, también los estadíos iniciales del ciclón subtropical sobre el que prestamos nuestra atención en el siguiente apartado.
Ciclón subtropical 90L al este de las Bahamas.
Aunque oficialmente no ha sido considerado como ciclón subtropical, sea cual sea la causa, el caso es que varios expertos y meteorólogos sí están de acuerdo en que ha mostrado tal naturaleza. Es por esto que nosotros no hemos tenido reparo en usar tal denominación.
Lo hemos estado siguiendo desde que los modelos comenzaron a intuir su nacimiento.
Sea como fuere, sí ha estado siendo monitoreado, ya que recibió la denominación 90L, nomenclatura alfanumérica que se utiliza sobre sistemas de bajas presiones sobre los que la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de los USA quiere realizar un seguimiento por la cuestión que sea.
En esta imagen visible de alta resolución adquirida ayer, 28 de marzo, por el satélite TERRA (sensor MODIS) de la NASA, se observa un sistema pobremente organizado en general, aunque con una característica notable en particular: la formación de lo que parece un centro de circulación de niveles bajos y una pelota convectiva muy destacada asociada a dicho centro.
En el análisis de superficie, aunque es de algunas horas posteriores, se observa que la baja carece de frentes organizados, a excepción de un frente cálido, que es la interpretación que el OPC daba al escudo nuboso superior asociado a la baja.
Estas características, que son la formación de un centro de circulación de niveles bajos, una pelota convectiva asociada, y que el sistema de frentes sea pobre o no exista, se relacionan con ciclones subtropicales, que comparten rasgos tanto de borrascas como de ciclones tropicales.
Los diagramas de fase del ciclón, basados en el modelo meteorológico UKMO, no son demasiado esclarecedores… y precisamente sea por esto que acabamos de decir, porque son ciclones que comparten características propias de borrascas y de ciclones tropicales.
Estos diagramas muestran la existencia de un núcleo cálido asimétrico y poco profundo, pero incrementándose mientras se profundiza y estando muy cerca de la frontera con ciclones de núcleo frío (borrascas extratropicales).
La imagen actual también revela su persistencia como ciclón subtropical, aunque probablemente sea por poco tiempo.
Presencia de convección profunda bastante extensa relativamente cerca de su centro, y desplazada debido por la intensa cizalladura vertical del viento que impide su organización. También se aprecian cumulonimbos generándose a lo largo de una línea de lo que parece un frente frío en formación.
¿Cuál es el futuro de este ciclón subtropical?
Se va a ir adentrando en la Corriente General del Oeste, entrando en interacción con otra profunda borrasca atlántica, y dando lugar a otra profunda borrasca que generará vientos con fuerza de huracán.
Y no, no tendrá ninguna consecuencia para nuestro país.
Tú opinas