La banquisa antártica alcanzó su mínimo anual entre el pasado 20 y 21 de febrero, con una superficie de 2,69 millones de kilómetros cuadrados, registro por debajo de la media del período 1981-2010, como viene sucediendo desde 2016.
Hemos de recordar que algunos puntos del continente helado alcanzaron hace pocas semanas temperaturas máximas de récord, como ya os comentamos en una anterior entrada, lo que en aquella zona contribuyó a mermar la superficie helada antártica.
En un continente tan vasto, otras zonas sí ganaron hielo respecto a la media estimada satelitalmente, aunque en conjunto, fue un mal invierno para la banquisa del Polo Sur.
Varios mínimos
Aunque desde el NSIDC de Estados Unidos midieron el mínimo que os reseñamos entre el 20 y 21 de febrero, lo cierto es que, a partir del 1 de marzo, la extensión del hielo marino aumentó casi anecdóticamente por encima del valor mínimo, hasta ponerse en apenas 2,71 millones de kilómetros cuadrados
El último mínimo antártico sobre el registro satelital fue el 3 de marzo.
En general por debajo del promedio
En general, el hielo marino estuvo por debajo del promedio del período de 1981 a 2010, una tendencia que ha persistido desde septiembre de 2016.
La extensión del hielo marino en el área de Weddell estuvo casi en el promedio en general, mientras que la extensión del hielo en la región de Amundsen–Ross se situó muy por debajo del promedio.
La banquisa ártica en Febrero, por debajo del promedio
En el otro extremo del Planeta, la banquisa ártica también quedó por debajo del promedio, quedando como el decimotercer promedio mensual más bajo en el registro satelital.
Desde el NSIDC destacan la breve pausa en el crecimiento del hielo que se produjo a mediados de febrero como consecuencia del anómalo patrón de vientos en la zona regional.
El hecho de que el índice de Oscilación Ártica se mantuvo en una fase persistentemente positiva, provoco la aparición de una zona bajas presiones inusualmente bajas sobre el lado atlántico del Océano Ártico frente a las altas presiones sobre el este de Eurasia, extendiéndose hacia el este hasta el Ártico de Canadá.
Este patrón meteorológico, marcó el devenir de la banquisa ártica.
14,68 millones de kilómetros
Concretamente, la superficie promedio la banquisa ártica en febrero de 2020 fue de 14,68 millones de kilómetros cuadrados.
Es decir, 620.000 kilómetros cuadrados por debajo del promedio de febrero de 1981 a 2010 y 710.000 kilómetros cuadrados por encima de la marca mínima récord para febrero establecido en 2018.
A finales de febrero, la extensión del hielo estaba por debajo del promedio sobre las partes de los mares de Barents y Kara, y el mar oriental de Groenlandia.
En realidad, la banquisa antártica no presenta ninguna tendencia a la baja, la media es solo un promedio de unos años, no indica nada y menos siendo tan corta, también destacar, que tanto el máximo como el mínimo de banquisa antártica, a pesar de estar por debajo del «promedio» ha sido superior a otros valores en los anos 80 y 90.