La banquisa ártica alcanzó su extensión mínima anual de 2018 el pasado 24 de septiembre, con una superficie de 4.457.252 km2.

Este dato supone el sexto mínimo más bajo de la serie histórica que arrancó en 1979. Comparativamente con los años más cercanos, la superficie helada del Ártico presentó un mejor aspecto que años anteriores, pero sigue siendo un área muy por debajo de los niveles de la década de los 1980, por ejemplo.

1 millón de Km2 por encima del mínimo de 2012

Los datos estadísticos suelen tener varias lecturas y el mínimo de 2018 se podría considerar bueno respecto al valor más bajo histórico que corresponde a 2012, pues la superficie mínima de 2018 fue un millón de kilómetros cuadrados (aproximadamente) mayor a la de aquel año.

Pero desgraciadamente, el registro de 2018 es el sexto más bajo, superando sólo a 2016, 2015, 2012, 2011 y 2007, quedando a unos 2,5 millones de Km2 de los valores de hace 30 años.

Desde finales de la década de 1970, la extensión del hielo marino del Ártico se ha reducido en promedio alrededor de 54.000 kilómetros cuadrados con cada año.

Un mínimo algo tardío

Esto pudo deberse a que durante septiembre las condiciones meteorológicas y de circulación atmosférica fueron desfavorables para la banquisa ártica:

Según los datos proporcionados por el NSIDC (National Snow and Ice Data Center), la extensión mínima de la banquisa ártica se produjo entre los días 19 y 23 de septiembre.  Es decir, aproximadamente una semana más tarde de lo habitual.

  • Se formó una dorsal anticiclónica sobre el estrecho de Bering y Alaska que arrastrado aire cálido hacia el Océano Ártico, especialmente hacia el sector pacífico, mares de Chukchi y Siberia Oriental.
  • Se favoreció la deriva del hielo hacia el norte en estas zonas, compactando la banquisa y a la vez reduciendo la extensión de la misma. Precisamente en uno de estos pulsos de deriva hacia el norte marcó el tardío mínimo de 2018.

Reparto de la superficie helada actualmente

Observando los mapas proporcionados por JAXA y NSIDC, se observa que a finales de septiembre la extensión de la banquisa estaba por debajo de la media en todas las regiones, sobre todo en el sector pacífico, con el hielo en los mares de Chukchi y Siberia Oriental.

En cambio, la única región con anomalías positivas de superficie helada acumulada estaba en  el Archipiélago Canadiense, donde este verano el Paso del Noroeste permaneció cerrado, tras un verano más frío de lo habitual.

Actualmente, tras el mínimo, las condiciones atmosféricas en el Ártico han están favoreciendo la recongelación, aunque parece que está siendo más lenta de lo habitual.