Una investigación asegura que se acentuará la burbuja fría del Atlántico Norte

La burbuja fría que permanece en un área del Atlántico Norte puede acentuar su enfriamiento en los próximos años, según un estudio de investigación.

Los autores del estudio proyectan que los cambios en la circulación oceánica impulsados ​​por el viento comenzarían a sumarse al efecto de enfriamiento en la región alrededor de 2040, por lo que se intensificaría el enfriamiento de esa zona.

Una excepción llamativa en un océano que se calienta

Mientras los océanos del planeta siguen absorbiendo el calor generado por el cambio climático, el Atlántico Norte presenta una anomalía desconcertante: una extensa zona que, en vez de calentarse, se está enfriando.

Esta región, conocida como el agujero de calentamiento del Atlántico Norte, se extiende desde el sur de Groenlandia hasta las cercanías de Irlanda y destaca como una mancha azul en los mapas de anomalías térmicas globales.

A pesar de su nombre paradójico, esta zona no es ajena a los efectos del cambio climático.

De hecho, recientes investigaciones apuntan a que los vientos superficiales podrían jugar un papel decisivo en su evolución futura, intensificando el enfriamiento a medida que el siglo avanza.

Vientos más débiles, océano más frío

El estudio publicado recientemente en Journal of Climate indica que a partir del año 2040, los cambios inducidos por el clima en los vientos superficiales del Atlántico Norte podrían acentuar el enfriamiento relativo de esta región.

Según los modelos empleados, cuando los vientos se debilitan, disminuye la agitación en el océano entre Terranova y Groenlandia, lo que impide la mezcla de aguas más cálidas desde las profundidades. Este proceso favorece la permanencia de una capa superficial más fría.

Además, este cambio en la dinámica del océano no se limita a una zona reducida.

La circulación oceánica de gran escala se encarga de extender la señal de enfriamiento a buena parte del Atlántico Norte subpolar, amplificando el fenómeno conocido como burbuja fría.

Implicaciones climáticas para Europa y el Atlántico Norte

El enfriamiento relativo de esta región podría tener consecuencias significativas en el clima del hemisferio norte, especialmente en Europa occidental.

Un Atlántico Norte más frío puede influir en los patrones de precipitación, la formación de sistemas de bajas presiones e incluso en la intensidad de las tormentas.

Comprender los mecanismos detrás de este enfriamiento es clave para mejorar las proyecciones climáticas regionales.

Según la investigadora Kay McMonigal, autora principal del estudio, «si queremos predecir con precisión los impactos del cambio climático, no podemos ignorar el papel de los vientos en la circulación oceánica».

La clave está en la interacción océano-atmósfera

Este estudio aporta nuevas evidencias sobre la importancia del acoplamiento entre el océano y la atmósfera en las altas latitudes del Atlántico.

Aunque los cambios en los vientos no son responsables de la formación original del agujero de calentamiento, sí podrían ser responsables de su intensificación futura.

Por tanto, el seguimiento de estos patrones atmosféricos y oceánicos se vuelve esencial para anticipar los cambios que están por venir.

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