Una investigación vincula el final de los ciclos solares y el cambio del ciclo El Niño – La Niña

Un estudio de investigación ha vinculado el final de los ciclos solares y el cambio del ciclo El Niño – La Niña (ENSO).

Por primera vez se ha podido sacar una correlación de este sentido, un hallazgo que sugiere que la variabilidad solar puede influir en el clima de la Tierra.

Este descubrimiento, no solo sería una explicación para la variabilidad del clima del Planeta, sino que ayudaría a mejorar la predictibilidad de los eventos más significativos de El Niño y La Niña.

Los ciclos solares, El Niño y La Niña

Como sabemos, la energía del sol es la principal fuente de nuestro sistema terrestre y hace posible la vida en la Tierra.

Pero es un aspecto más confuso el papel que juega la variabilidad solar en la alteración de los eventos meteorológicos de nuestro Planeta.

El nuevo trabajo indica que hay razones fundadas para creer que sí y por qué la conexión puede haberse perdido en el pasado.

Las manchas de sol

La humanidad ha observado desde hace cientos de años la aparición y desaparición de manchas en el sol, los signos visibles de su variabilidad.

Se conoce que el aumento y la disminución del número de manchas solares tiene lugar durante ciclos de aproximadamente 11 años, pero estos ciclos no tienen comienzos y finales distintos.

Por este motivo, es complicado saber con exactitud la duración de un ciclo en particular y ello también dificulta la aplicabilidad de estos patrones al clima terrestre.

Un reloj de 22 años

En este estudio, los investigadores se basan en un reloj de 22 años.

Este patrón derivaría del ciclo de polaridad magnética del Sol, una alternativa más regular al ciclo solar de 11 años.

El ciclo de 22 años comienza cuando las bandas magnéticas con carga opuesta que envuelven al Sol aparecen cerca de las latitudes polares de la estrella.

A lo largo de una de estas etapas, dichas bandas migran hacia el ecuador, lo que hace que aparezcan manchas solares a medida que viajan a través de las latitudes medias.

El ciclo termina cuando las bandas se encuentran en el medio, destruyéndose mutuamente en el denominado ‘evento terminador’.

Gracias a estos terminadores se pueden encontrar señales claras para el final de un ciclo y el comienzo del siguiente.

Comprobación del reloj de 22 años del sol en los ciclos El Niño – La Niña

Los científicos analizaron estos ciclos y su influencia en el patrón climático ENSO desde los años 1960.

Y observaron que los 5 eventos de terminación que ocurrieron entre ese momento y 201011 coincidieron con un cambio de El Niño a La Niña.

Un estudio de investigación ha vinculado el final de los ciclos solares y el cambio del ciclo El Niño – La Niña (ENSO).

Por primera vez se ha podido sacar una correlación de este sentido, un hallazgo que sugiere que la variabilidad solar puede influir en el clima de la Tierra.

Este descubrimiento, no solo sería una explicación para la variabilidad del clima del Planeta, sino que ayudaría a mejorar la predictibilidad de los eventos más significativos de El Niño y La Niña.

Si nos vamos al momento actual, el final del ciclo solar más reciente, se cumple que coincide con el comienzo de un evento de La Niña.

Para este grupo de investigación no es probable que el resultado, cinco terminadores consecutivos alineados con un interruptor en la oscilación de El Niño, sea una coincidencia.

Y para comprobarlo descubrieron que solo había una probabilidad de 1 en 5.000 o menos (dependiendo de la prueba estadística) de que los cinco eventos de terminación incluidos en el estudio coincidieran aleatoriamente con el cambio de temperatura del océano.