Epsilon y Zeta se desarrollarán en los próximos días en el Atlántico
Epsilon y Zeta devuelven a la primera línea de la actualidad meteorológica, la activa temporada de huracanes atlánticos que estamos viviendo durante este año 2020.
Cuando todavía queda más de un mes para el fin de la temporada, dos áreas de baja presión están en seguimiento con grandes posibilidades de convertirse en los dos siguientes ciclones tropicales nombrados.
Epsilon podría nacer como tormenta subtropical en el Atlántico Central
Se trata de un sistema de baja presión que muestra síntomas de organización. Se encuentra en aguas del Atlántico Central, al este-sureste, lejos de la isla de Bermuda.
Actualmente, el Centro Nacional de Huracanes de Florida, USA, le otorga un 80% de probabilidades en convertirse en ciclón tropical o subtropical en 48 horas, y del 90% en un plazo de 5 días.
El modelo meteorológico americano GFS/NCEP se muestra un tanto «cauteloso» con el desarrollo de este sistema. S
i bien de la probabilidades en las próximas horas, después lo debilita bastante. Sin embargo, posteriormente, resurgiría con más fuerza, más cerca de las cálidas aguas del Atlántico Occidental.
Es cuando podría regenerarse y convertirse en un ciclón enteramente tropical.
Las aguas del Mar Caribe bajo vigilancia
La otra zona bajo vigilancia se encuentra en las aguas del Mar Caribe. Ahí una extensa área de chubascos podría ir adquiriendo organización progresiva.
En este caso, el modelo meteorológico american GFS / NCEP se muestra muy agresivo, con un desarrollo explosivo de este posible ciclón.
De hecho, desarrolla un poderoso huracán que podría hacer impacto en Cuba desde el sur. Es por lo que la evolución de este sistema debe ser cuidadoso y continuo.
Epsilon y Zeta, próximos nombres del alfabeto griego
Y recordemos que, si estos dos sistemas de los que hablamos en esta entrada, consiguen convertirse en ciclones nombrados, se igualaría el récord de la temporada de 2005, con 28 tempestades.
Por lo tanto, esta temporada de récords, continúa… Aunque no esté siendo comparable, en devastación y ciclones muy intensos, a la de 2005.
Por cierto, ya veremos si alguno de estos dos sistemas tiene alguna consecuencia a largo plazo en la atmósfera que nos rodea. Este tipo de sistemas tropicales siempre trastoca las salidas modelísticas que andan muy cambiantes en las últimas jornadas.
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