La deforestación de la Amazonía reduce las precipitaciones a nivel regional

Un nuevo estudio científico ha demostrado cómo la deforestación de la Amazonía está debilitando el régimen de precipitaciones en la región sudamericana.
El trabajo, ha conseguido relacionar la desaparición de la masa forestal debido a la actividad humana con el ciclo de lluvias en esa zona, lo que realimentaría la pérdida de vegetación.
Menos árboles, menos lluvia: un equilibrio que se rompe
Durante las últimas décadas, la deforestación en la Amazonía ha alcanzado niveles alarmantes.
Esta pérdida masiva de cobertura vegetal no solo afecta a la biodiversidad, sino que también está alterando profundamente el clima regional.
De esta forma, este reciente estudio científico ha cuantificado, por primera vez con gran precisión, el impacto directo de la deforestación amazónica sobre las precipitaciones, especialmente durante la estación seca.

La deforestación de la Amazonía reduce las precipitaciones
La investigación, basada en un modelo climático regional avanzado con trazadores de vapor de agua, se centró en los estados brasileños de Rondônia y Mato Grosso, donde entre 2002 y 2015 se perdió alrededor del 3,2% de la cobertura forestal.
Aunque este porcentaje puede parecer reducido, sus consecuencias fueron notables: la evapotranspiración disminuyó un 3,5%, y las precipitaciones cayeron un 5,4% durante los meses secos.
El estudio revela cómo la deforestación en la Amazonía reduce la humedad disponible en la atmósfera inferior, lo que provoca un ambiente más cálido y seco que inhibe la formación de nubes y la convección, afectando directamente la generación de lluvias.

La pérdida de bosque afecta el transporte de humedad
Además del impacto local, la deforestación en la Amazonía también altera los flujos de humedad a gran escala.
El trabajo halló que una parte importante de la disminución de la lluvia (un 25%) se debe a una reducción en la entrada de humedad desde niveles medios de la troposfera.
Esto amplifica el efecto seco y reduce la eficiencia del ciclo de precipitaciones, que se desploma hasta en un 84,5%.

Un ciclo en retroceso que amenaza al bioma amazónico
Dicho estudio subraya la retroalimentación negativa que se genera: la deforestación en la Amazonía no solo destruye ecosistemas, sino que también debilita los mecanismos naturales que permiten su supervivencia, como las lluvias.
Preservar este bioma no es solo una cuestión ambiental, sino también climática y humana.
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