26.12.12. El pasado mes de octubre informábamos del buen estado de la superficie de hielo de la Antártida, que con el registro de 16,22 millones de km2 estimado en la última semana de septiembre de 2012 suponía el segundo mayor dato de la serie histórica. Ahora llegan malas noticias: un trabajo de investigación ha detectado que la parte suroccidental de la capa de hielo de la Antártida está experimentando un calentamiento térmico del orden del doble de lo estimado hasta ahora.
Según podemos leer en el estudio publicado en la revista Nature Geoscience, la temperatura medida en la estación Byrd, un puesto científico ubicado en el Suroeste del continente antártico a 700 Km del Polo Sur, registró un aumento de la temperatura media anual de 2,4 ºC.
Dicha estación recoge valores en el centro de la Capa de Hielo de la Antártida Occidental (WAIS, en sus siglas en inglés) desde 1958.
Esto supone un aumento de la temperatura tres veces más alto que el experimentado en todo el Planeta en el mismo período. Sin duda alguna, vuelve a recordarnos este evento al del efecto de «Amplificación del Ártico» que comentamos días atrás…
Según los investigadores, este súbito incremento de la temperatura indicaría que las tendencias de calentamiento durante los meses de verano del Hemisferio Sur (de diciembre a febrero) estimadas por anteriores investigaciones eran del orden de la mitad de lo que realmente está sucediendo en el Polo Sur.
Según el profesor de Geografía en la Universidad Estatal de Ohio (Estados Unidos) y científico del Centro Byrd de Investigación Polar David Bromwich «nuestro trabajo sugiere que el calentamiento continuo durante el verano en la Antártida Occidental podría alterar el balance de masa superficial de la capa de hielo, por lo que la región podría hacer una contribución aún mayor a la subida del nivel del mar de lo que ya está».
Este experto, añadió a la prestigiosa revista científica que «incluso sin generar pérdida significativa de masa directamente, el derretimiento de la superficie en el WAIS podría contribuir indirectamente al nivel del mar por el debilitamiento de los estantes de hielo del Antártico Oeste que restringen el flujo de la región natural de hielo en el océano»
Andrew Monaghan, coautor del estudio y científico del Centro Nacional de Investigación Atmosférica (NCAR) añadió que «ya hemos visto que la fusión superficial mejorada contribuye a la ruptura de la plataforma Larsen B del hielo en la Antártida, donde los glaciares en el borde descargado secciones enormes de hielo en el océano que contribuyó a la subida del nivel del mar. Los riesgos serían mucho mayores si un evento similar ocurrió a una placa de hielo de restricción uno de los glaciares WAIS enormes».
El actual ritmo de fusión de la capa de hielo en la Antártida existente en la actualidad, se estima que contribuye a un aumento del nivel del mar anual de 0,3 milímetros. En el Polo Norte, el derretimiento de la banquisa ártica, provocaría por su parte una elevación del nivel del mar con 0,7 milímetros por año.
La mayor preocupación que genera este hallazgo es que la WAIS es especialmente sensible al aumento de la temperatura global del Planeta ya que si la base de la capa de hielo se sitúa por debajo del nivel del mar, esta es más vulnerable al contacto directo con el agua caliente del océano.
Para la realización de este trabajo, los científicos han conseguido validar datos hasta ahora desconocidos proporcionados por las mediciones de la estación meteorológica ubicada en Byrd.
Los cortes del fluido eléctrico dejaron muchas veces fuera de servicio la estación meteorológica automática instalada en 1980. Antes, también existían lagunas en la toma de datos puesta el Centro de Investigación no siempre estuvo ocupado. Con el trabajo de recopilación y validación de datos llevado ahora a cabo, se han conseguido recuperar datos gracias a un modelo numérico y un método de análisis numérico que han conseguido completar las observaciones que faltaban.
Y es que en muchas ocasiones, faltaban unos pocos datos en cada jornada, debido a que al avanzar la noche, las baterías de los instrumentos meteorológicos se quedaban sin energía por la larga sombra invernal… con lo que se habían dado por malos jornadas completas.
Más información: http://arctic.atmos.uiuc.edu/cryosphere/antarctic.sea.ice.interactive.html
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