Gran huracán Dorian, de categoría 5 en la escala de Saffir Simpson, haciendo impacto en las Islas Ábaco, en Bahamas. Imagen visible y color natural de alta resolución. Satélite AQUA (sensor MODIS), 1 de septiembre de 2019. Crédito: NOAA.

Como viene siendo habitual en los últimos años, otro ciclón tropical atlántico da la campanada, alcanzando una intensidad inusitada. Se trata del gran huracán Dorian, de categoría 5.

Llegando a desarrollar vientos sostenidos de 185 mph (casi 300 km/h), se convertía en el segundo huracán más intenso de todos los tiempos (observaciones iniciadas en 1850), junto con Wilma (2005) y Gilbert (1988).

Proceso de Rápida Intensificación.

Dorian es un huracán de los que se forman en el seno de la Región de Desarrollo Principal que es donde, tradicionalmente, nacen los que llegan a ser más peligrosos.

Tras pasar por las Antillas Menores, dejando lluvias torrenciales, rozó Puerto Rico por el este. Fue a partir de entonces donde comenzó su exhibición de poder.

Pocas horas después se convertía en huracán y comenzaba el proceso que le llevaría a alcanzar la categoría 4 en la escala de Saffir Simpson, tan solo dos días escasos después.

Dorian estaba sufriendo un proceso de Rápida Intensificación. Para entender mejor este proceso, podemos compararlo con la ciclogénesis explosiva, que ocurre en borrascas, preferentemente en invierno.

Es decir, se trata de procesos meteorológicos que conducen a los sistemas de baja presión que lo sufren, a intensificarse y profundizarse sobremanera, en cortos espacios de tiempo.

Dorian disponía de muchos puntos a favor para sufrir la transformación que finalmente sufrió: baja cizalladura vertical del viento, atmósfera húmeda e inestable, y altas temperaturas de las aguas sobre las que se estaba moviendo. Altas temperaturas, tanto en aguas someras, como más profundas, que constituyen campo abonado para bestias como Dorian.

Los huracanes, en su recorrido, absorben la energía térmica acumulada en las aguas. En este proceso, favorece el afloramiento de aguas mucho más frías que se encuentran a mayor profundidad. Pero si las aguas cálidas ocupan un estrato grande en la columna oceánica, el huracán puede encontrar energía casi ilimitada para seguir intensificándose. Es casi como una reacción en cadena, si otros factores no se vuelven en contra, limitando el proceso.

Rayos en la pared del ojo de Dorian.

Dorian está siendo un huracán fascinante, desde el punto de vista de la ciencia.

Probablemente sea la primera vez que se detecta una actividad eléctrica tan intensa en la pared del ojo de un ciclón tropical. Era un síntoma inequívoco de que Dorian estaba sumergido en un proceso de Rápida Intensificación.

El parpadeo casi continuo de los relámpagos en la pared del ojo, a veces se veía interrumpido, con intervalos en que la actividad eléctrica cesaba. Tiempo después, volvía a arrancar, y lo hizo durante la mayor parte del día de ayer.

Se podría comparar esta actividad de relámpagos con el tubo de escape de un coche de competición: El coche de competición, cuando el piloto le aprieta a tope, lanzará llamas por el tubo de escape. El huracán, cuando aprieta a tope, en vez de llamas, genera rayos en su pared del ojo.

Es raro ver huracanes desarrollando actividad eléctrica en su pared del ojo. Pero mucho más que ocurra de forma tan intensa como ocurría ayer.

¿A qué se debió esta alta actividad de relámpagos? Es relativamente sencillo de explicar: la convección en la pared del ojo era tan intensa, que estaba generando todo ese aparato eléctrico. Al final, la pared del ojo está formada por cumulonimbos. Mejor dicho, toda la pared del ojo es como un cumulonimbo con forma de donut.

Una convección tan sumamente intensa (convección profunda) suele producirse a partir de torres cálidas, que suelen ser precursoras de los procesos de Rápida Intensificación. Se liberan tales cantidades de calor latente de las nubes de tormenta, que la energía de que dispone el ciclón para profundizarse, es inmensa.

El huracán más intenso en golpear el norte de Bahamas.

Justo antes de que el ojo comenzara a golpear las Islas Ábaco, un avión tripulado cazahuracanes de la NOAA reportaba datos increíbles. Además de observar un pronunciado efecto estadio, reportaba los increíbles datos de 155 KT (nudos) de vientos sostenidos y una presión mínima superficial central de 910 hPa.

Esos vientos convertían a Dorian en el huracán más poderoso desde 1850 en golpear el norte de las Bahamas.

Pero, además, es el primer categoría 5 que golpea la isla de Gran Bahama.

A Dorian todavía le queda mucha guerra que dar… Tras machacar el norte de Bahamas, todavía no está claro si se moverá paralelo a la costa este de Florida, o si terminará haciendo impacto en tierra. En cualquier caso, es capaz de producir tal nivel de destrucción que se termine retirando su nombre de la lista, que se repetiría dentro de 6 años.

La «D» es la letra más temprana de retirada de nombre, y este año, podría volver a repetirse.

Durante los próximos días, haremos recopilaciones como la de hoy, de la información más importante que se vaya publicando al respecto.