La posible llegada de una nueva edad de hielo vuelve a salir a la palestra a raíz de un comunicado emitido por la NASA acerca de su posible aparición en pocos años.

La razón es que, como consecuencia de la baja actividad solar detectada, evento que ya se preveía desde años atrás, muchos científicos habían asegurado que el Planeta se encaminaba hacia un nuevo período glaciar, aunque fuera pocos años.

Pero la NASA estima que no hay razones para pensar en ello y explica que las circunstancias que por ejemplo se dieron en la Pequeña Edad de Hielo de 1650 a 1715 no tienen nada que ver con las actuales condiciones.

Estamos inmersos en un mínimo solar

La actividad del sol no es constante durante su vida y continuamente muestra cambios en su estado, produciendo más o menos energía.

De sobras es conocido que sus ciclos normales abarcan un período de 11 años aproximadamente, oscilando entre muchas manchas solares (alta actividad) o pocas o ninguna mancha solar, como ahora, baja actividad o mínimo solar.

Mínimos solares

Cuando esa baja actividad se extrema y la ausencia de manchas solares se extiende muchos años se entra en un Gran Mínimo Solar que tiene su precedente más nombrado y próximo en la Pequeña Edad de Hielo que tuvo lugar de 1650 a 1715 y de la que tanto os hemos hablado.

¿Qué ocurre ahora?

En estos momentos que nos encaminamos a un nuevo mínimo solar profundo, diversos grupos de científicos han sugerido que la magnitud relativamente pequeña del último ciclo solar presagia un nuevo Gran Mínimo Solar en las próximas décadas.

Y concretamente, en relación a su efecto en términos de forzamiento climático, el valor objetivo que nos ayudaría a conocer si nuestro clima iría hacia una glaciación, estiman que sería de aproximadamente -0.1 W / m2, el mismo impacto de aproximadamente tres años de crecimiento actual de la concentración de dióxido de carbono (CO2).

¿Suficiente enfriamiento? Para la NASA, no

A juicio de la NASA el nuevo Gran Mínimo Solar solo serviría para compensar unos pocos años de calentamiento causado por las actividades humanas puesto que el calentamiento causado por las emisiones de gases de efecto invernadero de la quema humana de combustibles fósiles es 6 veces mayor que el posible enfriamiento de décadas de un mínimo solar prolongado.

Es decir, en el hipotético y poco probable caso de que esta etapa durara un siglo, las temperaturas globales continuarían calentándose.

Debido a que más factores que solo variaciones en la producción del Sol cambian las temperaturas globales en la Tierra, el más dominante de los que hoy son el calentamiento proveniente de las emisiones de gases de efecto invernadero inducidas por los humanos.