Junio de 2025 trajo muchos récords de calor a España y Portugal

Junio de 2025 trajo muchos récords de calor a España y Portugal, un mes que a nivel mundial se situó como el tercero más cálido del planeta también dejó valores históricos en Francia.
Aunque a nivel mundial la temperatura media quedó por debajo del junio más cálido, desde el programa Copérnico nos advierten que seguimos inmersos en una tendencia cálida muy preocupante.
Un junio sofocante en la Península
El mes de junio de 2025 ha dejado cifras alarmantes en términos de temperaturas, tanto a escala global como local.
Según los datos del servicio climático Copernicus, ha sido el tercer junio más cálido en el planeta desde que existen registros, y España y Portugal no han sido la excepción.
Ambos países han vivido un mes especialmente tórrido, registrando nuevas marcas históricas de temperatura en varios puntos de su geografía.


El informe destaca que, en la Península Ibérica, los termómetros se dispararon por encima de los valores habituales durante la mayor parte del mes, con olas de calor más largas y frecuentes.
En algunos lugares se alcanzaron temperaturas máximas que superaron los 44 ºC, una cifra inusualmente alta para esta época del año.
España y Portugal junio: registros históricos
España y Portugal en junio de 2025 han roto varios récords locales. Según la AEMET y el Instituto Portugués del Mar y de la Atmósfera (IPMA), se han batido récords mensuales e incluso históricos de calor en regiones del sur peninsular y del interior.
Estos datos se suman a una tendencia sostenida de veranos cada vez más extremos, una consecuencia directa del calentamiento global.


Además, el informe de Copernicus revela que Europa vivió su segundo junio más cálido desde que hay registros, y el más caluroso jamás medido para los océanos.
En este contexto, la situación de España y Portugal refleja con claridad la intensidad con la que el cambio climático está afectando al suroeste del continente.
Junio 2025, entre los más cálidos del planeta
Según el conjunto de datos ERA5, junio de 2025 fue 0,47 ºC más cálido que la media del periodo 1991-2020, alcanzando una temperatura media global del aire en superficie de 16,46 ºC.
Se sitúa, de esta forma, como el tercer junio más cálido registrado, solo por detrás de los de 2024 y 2023.
Respecto al periodo preindustrial (1850-1900), junio fue 1,3 ºC más cálido.

De hecho, en los últimos dos años, solo tres meses (incluido junio de 2025) han estado por debajo del umbral de 1,5 ºC por encima de los niveles preindustriales, lo que resalta la tendencia al alza de las temperaturas globales.
En los 24 meses anteriores, 14 superaron ampliamente ese umbral, alcanzando valores de hasta 1,78 ºC por encima de la era preindustrial.
Buenas: la pregunta la hago desde un seguidor vuestro desde hace tiempo con conocimientos muy básicos; dado que llevamos años con temperaturas por encima de la media ¿habrá algún momento que las temperaturas actuales también se consideren como temperatura media?
Espero haber formulado bien la pregunta.
Un saludo y gracias
Hola Pablo.
Seguramente en unos años se cambie la referencia de los años que se utilizan como media al crecer la serie de años disponibles. Por ejemplo, en lugar de llegar hasta 2010 se debería ampliar y que llegue hasta 2020.
Hace años la serie estaba basada en el siglo XX mayoritariamente, por ejemplo… Y lógicamente, si usamos una media que contenga años con temperaturas más altas, la desviación de cada año se readaptará y ya no será tan alta respecto a la media en el caso de los meses o años más extremos.
Y claro, la media se readaptará y se incrementará.
Saludos.
Recuerdo 2.015 como si fuese ayer. En realidad es que fue prácticamente ayer. La Cumbre de París, que se celebró ese año, fue decepcionante para muchos, pero marcó un límite; todos deberíamos luchar para evitar que se superase un incremento de las temperaturas de 1,5 grados. Había margen, pensábamos. Había que trabajar pero había margen. La realidad, a partir de ahí, fue implacable. Ya no disponíamos de margen ninguno. Aparte de que no se hizo el trabajo que había que hacer, aunque se hubiese realizado, íbamos ya muy tarde. Hoy el clima es otro, es diferente de lo que siempre fue. Los inviernos son en manga corta año tras año, con días de calor en pleno enero. Las olas de frío quedan reducidas, a lo sumo, a una o dos en todo el invierno, y duran un día. Las olas de calor extremo, por el contrario, comienzan ya en junio, se extienden durante semanas enteras, y hasta bien entrado septiembre pueden castigarnos. Entre una ola de calor y la siguiente hace un calor muy por encima de lo que era el calor habitual, aunque no llegue a alcanzar los parámetros de considerarse ola de calor. Tampoco lo alcanzan las temperaturas aberrantes que vivimos en primavera y otoño, pero ya nos hemos acostumbrado a estar a 30 grados en pleno noviembre. Salvo esta última primavera, las temporadas anteriores ha llovido sólo UNA semana con precipitaciones dignas de ese nombre. Salvo esa semana, todas las demás semanas del año, han sido de insolación permanente y evaporación de lo poquito que había llovido. Es un clima idéntico al que puede sufrirse en el sur de Argelia. Y nuestro paisaje ya empieza a demostrarlo. Dénse un paseo por las sierras del Algarve portugués y contemplen cientos de kilómetros cuadrado con la roca madre completamente al descubierto tras el macroincendio de 2.022. Recórranse de este a oeste la Sierra de la Culebra en Zamora y verá un paisaje completamente lunar. Visiten las provincias de Alicante o Valencia, y en el interior cada macizo montañoso es un completo erial, tras los macroincendios de 2.012 y de 2.022. De aquí a 30 años no sabemos lo que podemos terminar viendo. Inviernos a 35 grados a la sombra. Veranos a 47 grados permanentemente durante 4 ó 5 meses. Un día de lluvia torrencial cada 3 años. Semana Santa a 43 grados. Carnavales de Cádiz a 39 grados. ¿Un delirio? Bueno, vean lo que decía el chiste del clásico «Esa tarde de verano en Sevilla, 40 grados a la sombra…». Hoy en día debería sustituir Sevilla por París.