Hasta la fecha, un buen número de libros y de textos científicos hablaban del Fuego de San Telmo como un fenómeno eléctrico asociado a potentes tormentas, y que se manifestaba como una especie de fosforescencia azulada y/o brillante que se formaba en la punta de objetos puntiagudos, no sólo metálicos sino también de otros materiales, aunque con preferencia en los primeros. Muchos montañeros conocen este fenómeno, detectado en herramientas de montaña metálicas, como los piolets. También en barcos, en elementos como mástiles.
Sin embargo, resulta que este fenómeno también se detecta en los aviones. Y es por esto que adjuntamos este impresionante vídeo en que podemos ver este fenómeno, pero que no se manifiesta de la forma descrita, sino como relativamente pequeñas y rápidas descargas, a modo de pequeños rayos, en el fuselaje del avión, viéndose a través de los cristales de la cabina.
De este modo, hemos aprendido a ver cómo se manifiesta este fenómeno. En el foro de debate de la web se está comentando más sobre él. Además, los componentes del equipo de administración de este portal pudieron padecer en sus carnes este mismo fenómeno, durante una tormenta en que se vieron inmersos en la ascensión al Mulhacén el 15 de julio de 2007.
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