El invierno meteorológico que concluyó el pasado 29 de febrero ha resultado el más cálido, en Europa, para los registros del Servicio de Cambio Climático de la red europea Copernicus (C3S).
La anomalía térmica en el trimestre diciembre de 2019 a febrero de 2020 fue excepcional, con un valor de 3,4 ºC respecto a la media de 1981–2020.
Se trata de una desviación térmica muy considerable, más cuando comparamos valores medios globales, en este caso de ámbito continental, y para un período de tres meses, es muy poco habitual que se rebasen en tantos grados centígrados.
Un invierno que no existió
La percepción que se podía tener, sin datos reales, en la gran mayoría de las regiones de España (y de Europa) acerca de que el invierno recién terminado ha sido muy templado, ha sido corroborada por los valores reales obtenidos por la red de estaciones del Programa Copernicus. E incluso podríamos decir que las estimaciones se han superado.
La persistencia de un valor de NAO + muy alto, e incluso un valor AO de récord, con un vórtice polar extremadamente robusto, ha propiciado un inverno en el que las borrascas han circulado por latitudes muy septentrionales, con vientos del Oeste muy potentes y persistentes y sin la aparición de advecciones de aire polar a las latitudes medias.
Una tónica similar en todo el Hemisferio Norte
En el resto del Hemisferio Norte el invierno meteorológico tuvo un comportamiento similar, con una desviación de casi 1,4 grados mayor que en la anterior temporada invernal más cálida, la de 2015 a 2016.
Febrero, muy cálido en el Planeta y Europa
En el último informe de Copernicus, se recoge también cuál fue la evolución del mes de febrero de 2020 y nos indica que a escala planetaria fue el segundo más cálido del registro, con temperaturas en torno a 0,1 grados inferiores a las de febrero de 2016, el más caluroso de la historia.
En Europa, febrero fue 3,9 ºC más cálido que la media de este mes para el periodo 1981-2010, mientras que la diferencia fue de 0,8 ºC a escala mundial.
Las anomalías más altas se midió en gran parte de Europa, Siberia y Asia central, así como en la Antártida occidental.
En cambio, la zona donde la temperatura se situó por debajo de la media en mayor medida fue Alaska septentrional.
Paco, en julio se llega a 40ºC en Sevilla, estos días a 30-32ºC, en mi zona casi 26ºC hoy, inferior a la media de máximas de junio,luego las temperaturas que hay son valores propios de mayo, no de junio ni julio. En cualquier caso, se trata de una masa cálida móvil que nos habrá abandonado totalmente el viernes.
En Vitoria-Gasteiz no hemos tenido invierno. Y eso aquí es para destacarlo. Este es el segundo año consecutivo que esto ocurre según la memoria de pez meteorológica que tenemos las personas.
Llevamos 2 años con carnavales propios de otros lugares, con febreros anticiclónicos carentes de chubascos, de xirimiri…
Prometió mucho el inicio del otoño con un noviembre que parecía que daba inicio a un cambio de ciclo pero poco más. Los siguientes meses, con excepción de enero, han sido bastante calurosos para la zona y la época.
En general, un tiempo atípico.
Esto es realmente para llevarse las manos a la cabeza. Vamos a tener temperaturas de más de 30 grados en el invierno astronómico. No es de finales de Mayo, es de bien entrado Junio o principios de Julio (al menos de los Julios que había en el siglo XX).
Estamos asistiendo a un escenario verdaderamente catastrófico en la meteorología y no se da una voz de alarma fuerte. Inviernos sin nieve, sin apenas llover, con temepraturas primaverales o preveraniegas. Borrascas que ya no nos visitan (tan solo a Galicia porque son incapaces de bajar de latitud), manga corta en invierno, no un mes o un año puntual: ya como norma.
Y ahora rebasamos otra línea roja: tener más de 30 grados a 10 días de que finalice el invierno. Nos espera una primavera peor que la de 2017, con temperaturas de más de 35 grados en Abril y Mayo, meses en los que no va a caer una gota en la mitad Sur, y un verano donde volveremos a rebasar los 45 grados en muchas zonas bastantes días. Pero nada, todo guay y normal. Al menos el coronavirus se irá al garete por el calor.
Paco, cada día dices más gilipolleces.
Pues en Girona el invierno ha sido malo, malo. En el centro 11,7º de media (récord), 9,4º en enero y 13º en febrero (récord), 11,4ºC de media, +3,6º de anomalía respecto siglo XX, es el invierno, diciembre y febrero más cálido desde 1884. En Salt ha sido el invierno más cálido desde que tenemos datos, 1999-2000. El febrero ha sido récord en Salt desde 1999 con 12,1º superando 2017, 11,9º. Al menos ha sido el invierno más lluvioso de la serie en Salt con 384,5 mm. No ha helado aún hoy 10 de marzo en el centro de Girona, cosa que jamás había pasado desde 1884 en el centro de Girona y solamente 5 días de helada en el centro de Salt, promedio de 26,6 días de helada anuales de media desde 1999-2000, 14,5 días de helada de promecdio desde el diciembre de 2002 en Girona-Sèquia, 31,9 días de helada en el siglo XX en el centro de Girona.
Hombre, tanto como decir que el invierno «no existió» me parece un tanto sensacionalista, pues aunque la temperatura quede 2-3 grados por encima de la media, frío va a hacer, sobre todo de noche. En mi zona, El Ejido, la media del invierno (diciembre,enero,febrero) ha sido de 13.6ºC, cuando la media de ese periodo 1981-2010 es de 13.4ºC, luego solo ha habido 0.2ºC de desviación positiva, así que aquí invierno normal en temperaturas.
La entrada habla en el contexto del dato de Europa, no del El Ejido en particular 😉
Saludos.