La superficie nevada en el Hemisferio Norte es bastante alta en el arranque del invierno meteorológico 2018, con registros no vistos en 50 años. Particularmente, existe una superficie muy anómala en Norteamérica.

Muchos estudios vinculan el área nevada en Norteamérica y Eurasia en esta época del año, con el tipo de tiempo que posteriormente se desarrolla entre enero y marzo.

Si hacemos caso a dicha relación, que a continuación explicamos con más detalle, sería de esperar un tiempo frío e inestable en los tres próximos meses.

Más nieve de lo habitual en al menos 50 años

En los últimos informes realizados por Global Snow Lab (GSL) de Rutgers University, podemos ver que Norteamérica ha tenido su superficie de nieve de noviembre más elevada en al menos 50 años.

Concretamente, la superficie nevada en el Hemisferio Norte llegó a 37,77 millones de Kilómetros cuadrados, en Eurasia a 22,05 millones de Km2 y en Norteamérica (el dato con mejor ranking) a 15,72 millones de Km2.

Un dato histórico en Norteamérica

Norteamérica está recibiendo este año bastante más nieve de lo normal. La superficie nevada en noviembre de 2018 estableció un récord para cualquier mes de otoño en la era de los satélites.

Esta serie histórica se remonta a 1966 y por hacer una comparativa, dicha superficie es equivalente a más de cinco veces el tamaño del estado de Texas.

Posibles causas del record

Desde el NOAA creen que el frío persistente desde el noreste hasta las llanuras hasta la costa norte y occidental del Golfo de México.

Además, una serie de borrascas invernales intensas y frías dieron a esta temporada de tiempo invernal mucho más antes de lo normal, impulsado por una persistente caída hacia el sur de la corriente en chorro.

6 pasos para asociar la superficie nivosa en octubre con el clima en invierno

Varios estudios científicos han encontrado una cierta relación entre la superficie de nieve en el Hemisferio Norte en otoño y el patrón climático en el invierno siguiente.

A juicio de los investigadores, habría una teleconexión entre la troposfera y la estratosfera, a partir de la propagación de la temperatura en la superficie de Eurasia hacia capas superiores de la atmósfera durante el otoño, condicionado a su vez el estado de la estratosfera meses después el tiempo en invierno.

El ciclo se puede definir en 6 pasos.

Ciclo con alta cobertura de nieve en Eurasia al inicio del otoño

Este gráfico, indicaría lo que podríamos encontrar este invierno.

Ciclo con baja cobertura de nieve en Eurasia al inicio del otoño

Este gráfico, indicaría lo que podríamos encontrar en inviernos que son precedidos de octubres cálidos en Eurasia.

El tiempo dará o quitará razones

En resumen, podríamos esperar un invierno frío e inestable a tenor de dicha relación, lo que sumado a otros pronósticos que venimos comentando, o al más que probable calentamiento súbito estratosférico previsto para finales de diciembre, sería una buena noticia para los que esperamos frío y nieve en invierno.

No cabe duda de que la meteorología es una ciencia poco predecible, más a largo plazo.

Aunque la teoría que hemos visto no está llena de lógica sólo el transcurso de las semanas darán o quitarán la razón a estos argumentos… o quizás aparezcas otros condicionantes que ahora desconocemos.