Considerar las antroponubes como un nuevo género del Atlas de Nubes que agrupe a aquellas que se forman por la acción del ser humano, es la propuesta de un grupo de científicos españoles que en breve planteará de forma oficial la iniciativa a la Agencia Estatal de la Meteorología (AEMET) y a la Organización Meteorológica Mundial.
La propuesta que ya fue incluida en el grupo de trabajo de la OMM que estudia los posibles cambios en el Atlas de Nubes y está explicada de forma detallada en este enlace de la Wikipedia, propone crear un nuevo tipo de nubes que modificaría el Atlas añadiendo el prefijo ‘antro’ a aquellas nubes creadas de alguna forma por la acción humana. Por ejemplo, un Cúmulo de esta especie pasaría a llamarse AnthropoCúmulus.
El actual Atlas de Nubes
La actual clasificación recogida en el Atlas de Nubes cuenta con diez géneros de nubes (clasificación básica), 14 especies (clasificación secundaria) y 9 variedades (clasificación terciaria).
Mediante este Atlas, basado en la propuesta de nombres que realizó Luke Howard a principios del s. XIX, se pueden clasificar prácticamente todas las nubes que aparecen en el cielo, con la denominación básica a la que se le añade (si ha lugar) las características secundarias y terciarias, aunque no todos los géneros pueden contener a todas las especies ni todas las especies a todas las variedades.
Aproximadamente, el cielo es capaz de mostrar de acuerdo a las normas que rigen el Atlas de nubes unas 100 combinaciones para denominar a estas.
Las antroponubes
El grupo de trabajo de la Universidad de Politécnica de Cataluña, dirigido por el profesor en Física Aplicada Jordi Mazon, estima que de los diez géneros de nubes, siete pueden ser creados de forma artificial.
Claros ejemplos son las estelas de los aviones o de los barcos, que a menudo generan en el cielo formaciones de nubes altas, que pueden derivar en Cirrus o Cirrostratus… La propuesta de estos científicos sería la de añadir el prefijo antro- para indicar en las observaciones esta particularidad en la génesis de la nube, con lo que se daría lugar a términos como antropoCirro (aCi) o antropoCirroestrato (aCs).
Las industrias también son fuentes generadores de nubosidad. A menudo, las centrales térmicas, las de ciclo combinado u otras que desprenden a la atmósfera grandes cantidades de vapor de agua también son fuentes generadoras de nubes, en estos casos antropoEstratos o antropoCumulos…
En cazatormentas.net hemos hecho referencia en muchas ocasiones a las nubes generadas por las estelas de los aviones o de los barcos que han sido recogidas con detalles en las fotografías de los satélites meteorológicos.
¿Por qué puede ser útil esta nueva clasificación?
Esta iniciativa pretende que a nivel mundial comience a medirse la actividad humana en la troposfera con el fin de que en quince o veinte años puedan hacerse series de climatología de las antroponubes y conocer de algún modo la evolución de nuestro impacto en la troposfera.
¿Qué posibilidades hay de que la propuesta salga adelante?
Para que la iniciativa cuaje, los investigadores tienen intención de presentar una propuesta formal a AEMET, el organismo competente para hacerla llegar a la OMM.
Allí, la Comisión de Instrumentos y Métodos de Observación de la OMM (concretamente el grupo de expertos sobre estandarización) debe debatir el tema. Julio es la fecha clave para saber si a propuesta puede seguir adelante. Un camino muy difícil.
Relacionado:
http://meetingorganizer.copernicus.org/EGU2013/EGU2013-1330.pdf
http://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1002/wea.1949/abstract
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